El Papa Francisco advirtió a los
cristianos, durante el rezo del Ángelus este domingo 10 de marzo en el
Vaticano, de los peligros de dialogar con el diablo: “Con el diablo no se
dialoga”
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| El Papa durante el Ángelus. Foto: Captura de Youtube |
Durante su enseñanza, el Santo Padre
recurrió al Evangelio de este primer domingo de Cuaresma, en el que se “narra
la experiencia de las tentaciones de Jesús en el desierto. Después de haber
ayunado durante cuarenta días, Jesús es tentado en tres ocasiones por el
diablo”.
Sin embargo, “Jesús al responder al
tentador, no entra en diálogo, sino que responde a los tres desafíos con la
palabra de Dios. Esto nos enseña que con el diablo no se dialoga, no se puede
dialogar, sólo responder con la palabra de Dios”.
En primer lugar, el diablo invita a Jesús
“a transformar una piedra en pan; luego le muestra desde lo alto los reinos de
la tierra y le promete convertirse en un mesías poderoso y glorioso; por
último, lo conduce hacia el lugar más alto del templo de Jerusalén y lo invita
a lanzarse al vacío para manifestar de forma espectacular su poder divino”.
El Papa explicó que “las tres tentaciones indican tres caminos que el mundo
siempre propone prometiendo grandes triunfos: la codicia de posesiones, la
gloria humana, la instrumentalización de Dios. Son tres caminos que nos
perderán”.
La primera tentación, “el camino de la
codicia de posesiones. Consiste en esa lógica insidiosa del diablo. Se
aprovecha de la natural y legítima necesidad de nutrirse, de vivir, de
realizarse, de ser feliz, para empujarnos luego a cree que todo es posible sin
Dios, incluso, contra Él”.
“Pero Jesús se opone diciendo: ‘Está
escrito: No solo de pan vivirá el hombre’. Recordando el largo camino del
pueblo elegido a través del desierto, Jesús afirma que quiere abandonarse con
plena conciencia a la providencia del Padre, que siempre se preocupa de sus
hijos”.
La segunda tentación es “el camino de la
gloria humana. El diablo dice: ‘Si te postras en adoración hacia mí, todo esto
será tuyo’. Se puede perder toda dignidad personal si se deja corromper por el
ídolo del dinero, del éxito y del poder”. “Por eso Jesús responde: ‘Sólo ante
el Señor Dios te postrarás, sólo a Él adorarás”.
Por último, “la tercera tentación:
instrumentalizar a Dios para obtener ventajas. Al diablo que, citando las
Escrituras, lo invita a buscar de Dios un milagro impactante, Jesús le responde
de nuevo con la firme decisión de permanecer humilde, permanecer confiado en
Dios: ‘Está escrito: No someterás a prueba al Señor tu Dios’”.
Así, “rechaza la que tal vez sea la tentación más sutil: la de querer poner a
Dios de nuestra parte pidiéndole gracias que en realizad sólo sirven, o
servirían, para satisfacer nuestro orgullo”.
“Estos son los caminos que se nos han
puesto delante con la ficción de poder obtener así el éxito y la felicidad.
Pero, en realidad, son del todo ajenas al modo de actuar de Dios; de hecho, nos
separan de Dios, porque son obra de Satanás”.
Finalmente, el Papa Francisco destacó en su
enseñanza que “Jesús, al hacer frente en primera persona a estas pruebas, vence
por tres veces la tentación para adherirse plenamente al proyecto del Padre. Y
nos indica el camino para vencer la tentación: la vida interior, la fe en Dios,
la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama, que es Padre”.
Fuente: ACI Prensa






