Palabras del Papa antes de
la oración mariana
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| Regina Coeli el 12 de mayo de 2019, captura de medios del Vaticano |
Jesús
“nos ofrece la oportunidad de vivir una vida plena sin fin”, dijo el Papa
Francisco al celebrar la oración de Regina Coeli el 12 de mayo de 2019, el
cuarto domingo de Pascua, llamado “Domingo del Buen Pastor”.
Escuchar
y reconocer la voz de Dios “implica una intimidad con Él, que se consolida en
la oración, en el encuentro sincero de corazón a corazón con el Divino Maestro
y Pastor de nuestras almas”, dijo, al presentar la oración mariana en la plaza San
Pedro.
El
Papa nos invitó a salir “del laberinto de caminos erróneos”, a abandonar “el
comportamiento egoísta”, a “emprender los nuevos caminos de la fraternidad y el
don de nosotros mismos, a su imitación”.
Aquí está nuestra
traducción de su meditación.
AK
Palabras del Papa
Francisco antes Regina Coeli
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el Evangelio de hoy (ver Jn 10.27-30), Jesús se presenta a sí mismo como el verdadero Pastor del Pueblo de Dios. Habla de la relación que lo une a las ovejas de la grey, es decir a sus discípulos, e insiste en el hecho que es una relación de conocimiento recíproco. «Mis ovejas – dice él – escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen, yo les doy a ellas la vida eterna y no se perderán “(vv. 27-28). Leyendo atentamente esta frase, vemos que la obra de Jesús se expresa en algunas acciones: Él habla,
Jesús conoce, Jesús da la vida eterna, Jesús custodia.
El
Buen Pastor, Jesús, está atento a cada uno de nosotros, nos busca y nos ama,
dirigiéndonos su palabra, conociendo en profundidad nuestro corazón, nuestros
deseos y nuestras esperanzas, como también nuestros fracasos y nuestras
decepciones. Nos acoge y nos ama como somos, con nuestros defectos y nuestras
virtudes. Para cada uno de nosotros, Él “da la vida eterna”: es decir, nos
ofrece la posibilidad de vivir una vida plena, sin fin. Además, nos cuida y
guía con amor, ayudándonos a atravesar los senderos difíciles y los caminos
muchas veces arriesgados que se presentan en el camino de la vida.
A
los verbos y gestos que describen en el modo en el cual Jesús, el Buen
Pastor, se relaciona con nosotros, hacen eco los verbos que se refieren a las
ovejas: “escuchan mi voz”, “me siguen”. Son acciones que muestran cómo debemos
corresponder a las actitudes tiernas del Señor. De hecho, escuchar y reconocer
su voz implica intimidad con Él, que se fortalece en la oración, en el
encuentro de corazón a corazón con el divino Maestro y Pastor de nuestras
almas. Esta intimidad con Jesús fortalece en nosotros el deseo de seguirlo,
saliendo del laberinto de caminos equivocados, abandonando las actitudes
egoístas, para encaminarnos en el camino de la nueva fraternidad y del don de
nosotros mismos, siguiendo la imitación de Jesús.
No
lo olvidemos, Jesús es el único Pastor que nos habla, nos conoce, nos da la
vida eterna y nos custodia. Nosotros somos la única grey y tenemos que
esforzarnos por escuchar la voz de Jesús, mientras que con amor, Él profundiza
el amor de nuestro corazón y de este diálogo, de este coloquio, surge la alegría
de seguirlo, dejándonos conducir a la plenitud de la Vida Eterna.
Ahora
nos dirigimos a María, Madre de Cristo, el Buen Pastor. Ella, que respondió con
prontitud a la llamada de Dios, ayude de modo particular a todos aquellos que
son llamados al sacerdocio y a la vida consagrada para acoger con alegría y
disponibilidad la invitación de Cristo a ser sus colaboradores más directos en
el anuncio del Evangelio y en el servicio del Reino de Dios en nuestro tiempo.
Raquel
Anillo
Fuente:
Zenit






