Hombre de oración, misa dominical e ideario social inspirado
en el cristianismo
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Óleo de Juan Manuel Blanes |
“Los más infelices serán los más privilegiados”. Ésta quizás sea una
de las frases más celebres y recodadas de alguien que últimamente ha sido más
bien olvidado. Se trata de José Gervasio Artigas, prócer de la independencia de
América Latina quien estableció esto en un famoso reglamento de
reparto de tierras (1815) en la otrora Provincia Oriental
(parte de lo que hoy es Uruguay).
Pero no solo
la figura de Artigas ha sido un tanto relegada, sino también un aspecto de su
identidad, su fe y testimonio cristiano (tal vez por tratarse del prócer del
país más laico de América Latina, lugar donde también el anticlericalismo ha
sido ampliamente pregonado a nivel histórico).
Nacido el 19 de
junio de 1764, Artigas creció en una familia católica y
vinculada a los franciscanos. Fue educado en el convento
de San Bernardino de Montevideo. Luego continuó su formación como militar
tras ingresar como solado al flamante cuerpo de Blandengues de Montevideo
(milicia autorizada por la Corona en el virreinato del Río de la Plata para
custodiar fronteras tanto de los portugueses como de otras amenazas).
De ahí se
desprende, tal cual recuerda “Desde La Matriz. 400 años del servicio y la
presencia d la Iglesia en el Uruguay”, que este aspecto de
identidad cristiana explique de alguna manera su trato respetuoso par con los
indios y negros, considerados por otros líderes de su época como “seres
inferiores”.
Es por ello
que en ese reparto de tierras los más privilegiados eran los pobres: negros
libres, los zambos, los indios, los criollos pobres.
“Artigas invocaba el nombre de Dios y de la
Virgen del Carmen a los que levantó templos y altares. Se preocupó por el
culto, de la conversión de los indios y mantuvo una estrecha relación con el
clero de la época”,
indica un fragmento del citado libro.
La figura de Artigas, y su ideario, está asociada a la democracia y el
federalismo. Entre otras cosas impulsor de la Liga de los Pueblos Libres (una
confederación provincias aliadas dentro de las Provincias Unidas del Río de la
Plata). Es cierto que el “jefe de los orientales” (algo que para muchos suena
contradictorio ya que se transformó en prócer nacional de Uruguay luego de la
independencia a pesar de que la Revolución oriental encabezada por Artigas
nunca tuvo como fin la creación de una república independiente) ha encontrado
inspiración en la Revolución americana, pero también en el cristianismo. No en
vano a la hora de liderar diversas contiendas guiando al Ejército, entre ellas
la Batalla de las Piedras (18 de mayo de 1811), también se ha caracterizado por
otorgar “clemencia para los vencidos”.
La faceta del
“Artigas católico” también ha sido recientemente reivindicada a través de la
publicación del libro “Los valores de José Artigas” a
cargo del doctor Pedro Gaudiano.
“Quiero levantarme para recibir a Su Majestad”
La vida de Artigas no fue del todo
triunfal, pues también supo de traiciones, “éxodo” (emigración colectiva que lo
siguió hasta lo que se conoce hoy como Concordia, Argentina, tras el
levantamiento del sitio de Montevideo) y exilio.
Es por todo esto que Artigas pasó los
últimos años de su vida en Paraguay. Durante su presencia en ese país ha trascendido que se
dedicaba a enseñar catequesis, rezar el rosario y acudir a la misa
dominical.
Pero quizás
el momento cumbre de su devoción e identidad se encuentra en el momento de su
muerte. Fue ahí, según consignan diversas fuentes, que poco antes de que esto
sucediera quiso levantarse de la cama para recibir la comunión.
“Quiero
levantarme para recibir a Su Majestad”, esbozó instantes antes de morir un 23
de septiembre de 1850 en la capital de aquel país Asunción.
Francisco
y su admiración por Artigas
“El verdadero proyecto de América Latina,
el de la Patria Grande de San Martín y Bolívar; o de Artigas por ejemplo, que
hoy en día está como olvidado y para mí es de los próceres de la independencia
más brillantes. Ese proyecto hoy no se ve”, respondía el papa Francisco en
diálogo con Hernán Reyes Alcaide publicado en el libro “Papa
Francisco. Latinoamérica” (Planeta, 2017) al momento de
reflexionar sobre el continente y sus proyectos.
Pero en esta
parte del diálogo el propio Francisco deja entrever su admiración por Artigas,
a quien lo considera “uno de los próceres más brillantes de la
independencia”, algo que ha dejado entrever también en diversos
encuentros con uruguayos.
En ese
sentido, con motivo de los 250 años de su natalicio, en 2014, el papa Francisco
escribió una carta al embajador uruguayo ante el Vaticano en aquel entonces,
Daniel Ramada, en la que enfatizó la labor de Artigas.
“Le expreso
mis mejores deseos para esta iniciativa, que trata de conjugar el aspecto
cultural, religioso y de abnegada entrega a los menos favorecidos de la
sociedad, que este célebre Prócer uruguayo supo promover y encarnar en su larga
vida. Y pido al Señor que su memoria ayude a sus compatriotas a iluminar el
presente y el futuro del Uruguay, abriendo cada vez más su espíritu a la esperanza
cristiana y al compromiso generoso para con el prójimo”, reflexionaba el Papa
al hacer referencia a los actos programados para aquel natalicio (ver
carta aquí).
Hoy Artigas
suena de nuevo. Desde el rincón más remoto de América del Sur su nombre parece
volver a cobrar relevancia.
Fuentes
consultadas:
Desde
La Matriz. 400 años de presencia y servicio de la Iglesia en el Uruguay (2018)
Reyes
Alcaide, Carlos Hernán (2017). Papa Francisco. Latinoamérica. Conversaciones
con Hernán Reyes Alcaide (Planeta).
Ribeiro,
Ana (2003). El Caudillo y El Dictador (Planeta)
Pablo Cesio
Aleteia Uruguay