Es válido preguntarnos: ¿Existe la verdadera amistad?
En este mundo, muchos dirán
que tienen a los mejores amigos, otros dirán que la amistad no existe… Entonces
es válido preguntarnos: ¿Existe la verdadera amistad? ¿Existen los
verdaderos amigos? Aquí te dejo 9 características de un verdadero
amigo.
1. Una premisa vital: la amistad para que
sea verdadera, debe fluir, sin prisas, sin presiones, sin forzar los
afectos. Debe vivirse en el marco de la libertad de los hijos de Dios, viviendo
una purificación constante a través de la oración. Ninguna amistad es perfecta,
pero si se vive desde Dios, Él mismo indicará si esa amistad es según Su
voluntad o no y nosotros como hijos suyos, estamos llamados a ser dóciles a su
voz.
2. El verdadero amigo reza por ti: Sí, sin
Dios no podemos ser buenos amigos, ¿Qué mejor lugar para los que amas y estimas
que en las manos de Dios? Un momento óptimo para rezar por tus amigos es en la
Santa Misa.
3. El verdadero amigo te ama tal cual eres:
Sí, el amor puro existe. Los amigos verdaderos se aman en el Señor de manera
pura, libre y compartida. Es una experiencia que es posible solo si ama desde
Dios. Ese amor lleva a aceptarle de manera genuina, siempre buscando ser ayuda
idónea en el proceso de conversión.
4. El verdadero amigo no es egoísta: lo
que es de Dios se comparte, el amigo verdadero no te aísla ni te aleja de tus
demás cercanos. Al contrario, la amistad, cuando es verdadera, crea equipos,
verdaderas comunidades fraternas, unidas por la caridad y transparencia.
5. El verdadero amigo no teme a los cambios: Cuando
la amistad es verdadera, no se basa solo en elementos pasajeros para existir,
sino que es libre y a pesar de distancia, silencios, tiempo o ambiente, siempre
permanece.
6. El verdadero amigo se queda, cuando
todos se van: En los peores momentos, se encuentran a los mejores. En momentos
de obscuridad, el verdadero amigo seca las lágrimas, anima al cansado, consuela
al deprimido, todo por la fuerza del Amor.
7. El verdadero amigo sabe CÓMO corregir:
En una amistad verdadera, hay confianza para señalar las fallas, pero, sobre
todo, se aprende a corregir con amor, caridad, tacto, prudencia, paciencia y si
se falla en esto, Dios ayuda a dar la humildad suficiente para pedir perdón y
perdonar.
8. El verdadero amigo NO teme discutir: La
amistad para que sea genuina, debe ser purificada así que incluso cuando
discutas o tengas dificultades con tus amigos, ¡da gracias por eso! Dios
utiliza todo para nuestro bien.
9. El verdadero amigo no te aleja de Dios ni
de su Iglesia: un amigo que en serio quiere tu bien, siempre buscará ser
reflejo del amor de Dios en tu vida.
La Palabra de Dios nos
dice: “Quien ha encontrado un amigo, ha encontrado un tesoro” y
la hermana Glenda complementa esa cita, en su conocida alabanza, diciendo “y
yo te he encontrado a ti (…) encontré a Jesús por ti”. Es decir: la
verdadera amistad es un tesoro dado por Dios, nos lleva a Dios y nos hace
vivir el Amor verdadero, es decir, a Dios. Nosotros los católicos sabemos
que Jesús mismo nos llama amigos. Por ende, podemos decir claramente: SÍ,
EXISTEN LOS VERDADEROS AMIGOS.
No dudes en la pureza de la
amistad. Así como Francisco y Clara se tuvieron uno al otro, y como tantos
santos experimentaron la amistad verdadera, no dudes que Dios te dará los
amigos que sean perfectos para ti, porque serán según el corazón de Dios.
Por: Karla Estrada Navarro
Fuente:
PadreSam.com






