Nuevo
director de prensa de la Santa Sede
Para Matteo Bruni, nuevo director de la Oficina de Prensa del Vaticano a partir del 22 de julio de 2019 en esta realidad, se necesita “una comunicación oficial clara, transparente de los acontecimientos, que contribuye a la lectura de la complejidad del mundo en el que vivimos”.
En
este sentido, el licenciado en Lengua y Literatura Extranjera expresa su
deseo de “contribuir a fin de que la Oficina de Prensa sea cada vez más un
punto de referencia para los periodistas que informan sobre Papa y la Santa
Sede a todo el mundo”, ha declarado en una entrevista concedida a Vatican News,
este jueves, 18 de julio de 2019.
El
italiano, nacido en el Reino Unido, piensa en una comunicación que “enriquezca
nuestra comprensión del contexto en el que tienen lugar los acontecimientos”,
explica. El pontificado del Papa Francisco “ya se cuenta a través de sus
gestos, de sus palabras, de sus elecciones, pero el significado histórico de
algunos acontecimientos se comprende a veces mejor en una perspectiva más
amplia”, ha indicado.
Asimismo,
en la entrevista realizada por el periodista Roberto Piermarini, Matteo Bruni,
el nuevo director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, expresa su gratitud
al Santo Padre por su nombramiento.
Ofrecemos
la entrevista íntegra, publicada en Vatican News en español.
El
nuevo director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha
trabajado en esta misma estructura durante los últimos diez años, coordinando
las operaciones mediáticas y ocupándose de la relación con los
periodistas de todo el mundo. Ha trabajado codo con codo con los directores que
se han sucedido en estos años, especialmente en la planificación de la
presencia de la prensa durante los viajes apostólicos del Santo Padre al
extranjero y en los diversos acontecimientos en el Vaticano y en Italia.
RP: Matteo Bruni, hoy
empleado del Dicasterio de la Comunicación, es nombrado al frente de la Oficina
de Prensa de la Santa Sede, ¿qué significa esta elección?
MB: El nombramiento es sin
duda un honor para mí. Me gusta leerlo como un signo de estima no sólo por mi
persona, sino también por la historia de la que provengo y por el trabajo
realizado con los colegas de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Agradezco
la confianza del Santo Padre y del Prefecto, Paolo Ruffini, que me apoya con la
cercanía del Dicasterio. Obviamente, también se trata de una elección que
valora los recursos internos. La Oficina de Prensa no es una estructura grande,
sino compleja, con una variedad de funciones articuladas y no todas
inmediatamente evidentes, ni siquiera para quienes la frecuentan asiduamente:
creo que conocerla desde dentro puede ser útil para una realización más
profunda de la reforma del propio Dicasterio.
RP: Durante varios años
usted se ha ocupado de cuestiones más operativas, ¿cómo ve este nuevo papel?
MB: En los últimos años, en
mi vida profesional, la relación con los medios de comunicación siempre ha sido
más bien intensa. Aunque entre bastidores, he tratado de asegurar que mi
trabajo contribuyera a la correcta información, tratando de transmitir algunos
de los temas principales del pontificado. En este sentido interpreto el nuevo
cargo en continuidad con el anterior: un comunicador al servicio del Santo
Padre y de la Santa Sede, que pone a disposición su formación humana y
profesional. Aquí entran en juego muchos factores: la experiencia profesional,
pero también la de padre y marido. Me acompaña el apoyo de mi esposa y el
cariño de mi hija. Pero también diría el compromiso con los pobres en las
afueras de Roma y en el mundo, que he vivido con la Comunidad de San Egidio
desde que era un joven estudiante de bachillerato. Hoy se me pide que dé un
paso más y, aceptando hacerlo, no puedo sino seguir trabajando, al servicio del
Papa y de la Santa Sede, con mi sensibilidad, que sigue siendo la de una
Iglesia de todos, especialmente de los pobres.
RP: Usted conoce a muchos
de los periodistas acreditados en la Sala de Prensa. A algunos de ellos los ha
ayudado a entrar en este mundo. ¿Crees que ahora cambiarán las relaciones?
MB: Desde que el Padre Federico Lombardi me llamó a formar parte de la Oficina de Prensa –y le estoy agradecido por lo que pude aprender bajo su dirección– ha habido un intercambio útil, incluso amistoso, con muchos trabajadores de la información. En los últimos años, bajo la dirección de Greg Burke y Paloma García Ovejero –a quienes agradezco el trabajo realizado conjuntamente– he seguido acompañando el trabajo de muchos periodistas desde su llegada a Roma o desde sus primeros pasos en el acercamiento a la realidad de la Santa Sede, ayudándolos a orientarse. Soy consciente de que ahora comienza un tipo diferente de compromiso y espero que la confianza mutua se mantenga sin cambios.
MB: Desde que el Padre Federico Lombardi me llamó a formar parte de la Oficina de Prensa –y le estoy agradecido por lo que pude aprender bajo su dirección– ha habido un intercambio útil, incluso amistoso, con muchos trabajadores de la información. En los últimos años, bajo la dirección de Greg Burke y Paloma García Ovejero –a quienes agradezco el trabajo realizado conjuntamente– he seguido acompañando el trabajo de muchos periodistas desde su llegada a Roma o desde sus primeros pasos en el acercamiento a la realidad de la Santa Sede, ayudándolos a orientarse. Soy consciente de que ahora comienza un tipo diferente de compromiso y espero que la confianza mutua se mantenga sin cambios.
RP: ¿Qué necesita hoy el
mundo de la información, desde su punto de vista?
MB: En la realidad en la que
me encuentro, una comunicación oficial clara, transparente de los
acontecimientos, que contribuye a la lectura de la complejidad del mundo en el
que vivimos. Pienso en una comunicación que enriquezca nuestra comprensión del
contexto en el que tienen lugar los acontecimientos. El pontificado del Papa
Francisco ya se cuenta a través de sus gestos, de sus palabras, de sus
elecciones, pero el significado histórico de algunos acontecimientos se
comprende a veces mejor en una perspectiva más amplia. En este sentido, me
gustaría contribuir a fin de que la Oficina de Prensa sea cada vez más un punto
de referencia para los periodistas que informan sobre Papa y la Santa Sede a
todo el mundo. Y doy las gracias a quien me ha precedido en este esfuerzo, a mi
colega y amigo Alessandro Gisotti, que en estos seis meses se ha puesto
generosamente a trabajar, con su disponibilidad, profesionalidad y una gran
sensibilidad humana. También me gustaría que mi servicio encaje en este surco,
junto con todos los que estarán conmigo y con todos mis colegas de la Oficina
de Prensa de la Santa Sede.
Fuente:
Zenit