El Papa Francisco dedicó un breve mensaje
al diácono San Lorenzo, martirizado en una hoguera en los primeros siglos del
cristianismo, cuya fiesta la Iglesia celebró ayer
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| San Lorenzo / Papa Francisco. Crédito: ACI |
“El testigo cristiano, en el fondo, anuncia
solo esto: que Jesús
vive y es el secreto de la vida. #SanLorenzoMártir”, escribió
el Santo Padre en su cuenta de Twitter.
San Lorenzo era uno de los diáconos que
ayudaba al Papa San Sixto II, quien fue asesinado por la policía del emperador
mientras estaba celebrando Misa en un cementerio de Roma.
La antigua tradición cuenta que San Lorenzo, al ver que iban a matar al
Pontífice, le dijo: “Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?” y el Santo
Padre le respondió: “Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás”.
San
Lorenzo se alegró al saber que iría pronto al cielo y, viendo el peligro que se
aproximaba, recogió todos los bienes que la Iglesia tenía en Roma, los vendió y
repartió el dinero a los más necesitados.
El
alcalde de Roma, pagano y apegado al dinero, llamó a San Lorenzo y le mandó
llevar los tesoros de la Iglesia para costear una guerra que el emperador iba a
empezar. El diácono entonces juntó a los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos,
viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba. Mandó llamar al
alcalde y le dijo que ellos eran el tesoro de la Iglesia.
El
alcalde, lleno de rabia, lo mandó matar lentamente. Prendieron una parrilla de
hierro y ahí acostaron a San Lorenzo. Los fieles vieron el rostro del mártir
rodeado de un esplendor muy hermoso y sintieron un aroma agradable,
mientras los paganos no percibían nada de eso.
Tras
un rato de estarse quemando por un lado en la parrilla, el valiente mártir le
dijo al juez que le dieran la vuelta para quemarse por completo.
Fuente:
ACI Prensa






