18.9.19

SANTA MARTA: ABRIR EL CORAZÓN A LA COMPASIÓN

Homilía del Santo Padre

El Papa Francisco ha invitado con fuerza a abrir el corazón a la compasión y a no cerrarse a la indiferencia, indica Vatican News.

Ayer 17 de septiembre de 2019, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha reflexionado en torno al pasaje del Evangelio de Lucas propuesto por la liturgia del día (Lc 7, 11-17), que narra el encuentro de Jesús con la viuda de Naín, llorosa por la muerte de su único hijo.

“La lente del corazón”

De acuerdo a la misma fuente, el Papa señaló que Jesús se compadece de la viuda de Naín al ver su realidad y que es esta compasión es la que nos hace comprender la realidad en profundidad, porque es “como la lente del corazón”.

También apuntó, de acuerdo al medio vaticano, que “nuestro Dios es un Dios de compasión y la compasión, podemos decir, es la debilidad de Dios, pero también su fuerza”, ya que “fue la compasión lo que lo movió a enviarnos al Hijo”, es Su “lenguaje”.

Involucrarse con los demás

Por otro lado, el Pontífice matizó que la compasión “no es un sentimiento de pena”, sino que supone “involucrarse en el problema de los demás, es jugarse la vida allí”, como el Señor.

Después se refirió a la multiplicación de los panes, en la que Jesús pidió a los discípulos que dieran de comer a la multitud y ante lo que ellos reaccionaron con prudencia. “El Señor tuvo compasión porque veía a aquellas personas como ovejas sin pastor”, explicó el Papa, y resaltó el gesto compasivo de Jesús frente al egoísmo de los discípulos que “buscan una solución pero sin compromiso”, que “no se ensucian las manos, como diciendo ‘que esta gente se las arregle’”.

Dejarnos llevar por la compasión

El Obispo de Roma también llamó a interpelarnos: “¿Normalmente miro hacia otro lado? ¿O dejo que el Espíritu Santo me lleve por el camino de la compasión?”.

Y agregó que, en contraposición al lenguaje de la compasión de Dios se encuentra el humano de la indiferencia. Así, se refirió a una imagen de un fotógrafo de L’Osservatore Romano titulada “Indiferencia” en la que, efectivamente, una mujer que sale de un restaurante mira para otro lado cuando una señora que vive en la calle le tiende la mano.

“Eso es indiferencia. Nuestra indiferencia. Cuántas veces miramos hacia otro lado… Y así cerramos la puerta a la compasión. Podemos hacer un examen de conciencia: ¿Normalmente miro hacia otro lado? ¿O dejo que el Espíritu Santo me lleve por el camino de la compasión? Que es una virtud de Dios…”, dijo Francisco.

“No llores”

El Santo Padre confesó que el consabido pasaje evangélico le conmueve especialmente cuando Jesús dice a la viuda: “No llores”, al considerarlo “una caricia de compasión”. Después, Jesús toca el ataúd y le dice al niño que se levante, el joven se sienta y comienza a hablar.

Finalmente, el Papa incidió en que al final del pasaje se lee “Y se lo devolvió a su madre”, como un “acto de justicia”, de manera que “la compasión nos lleva por el camino de la verdadera justicia. Siempre debemos devolver a los que tienen un cierto derecho, y esto nos salva siempre del egoísmo, de la indiferencia, del encerrarnos en nosotros mismos”.

Y concluyó pidiendo que Dios “también tenga compasión por cada uno de nosotros: la necesitamos”.

Larisssa I. López

Fuente: Zenit

¡SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES! 
facebook twitter