“Este compromiso para siempre es verdaderamente un gran desafío, una tremenda exigencia interior”
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El Cardenal Beniamino Stella. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
El Prefecto de la Congregación para el
Clero, Cardenal Beniamino Stella, quien participa en el Sínodo de los Obispos
sobre la Amazonía, señaló que “el
celibato es una gran belleza de la vida de los sacerdotes” y
como tal, “debe ser verdaderamente custodiado”.
Así lo indicó el Purpurado en una rueda de
prensa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede este jueves 24 de octubre.
Al responder sobre la propuesta de ordenar
sacerdotes a hombres casados, conocidos como “viri probati”, el Cardenal Stella
señaló que en la Congregación del Clero siempre sugiere a los obispos: “formar bien a los sacerdotes”
y “estar muy vigilantes sobre las características humanas” porque “el aspecto
humano de la persona es fundamental para la admisión a las órdenes”.
Además, el Purpurado indicó que en la
actualidad “la Iglesia
permanece quizás como la única institución que predica un compromiso para
siempre”.
“Lo digo tantas veces, para los sacerdotes, para la vida consagrada, para el
matrimonio” y añadió que “este compromiso para siempre es verdaderamente un gran desafío, una tremenda exigencia
interior”.
En esta línea, el Cardenal Stella señaló
que “debemos ser conscientes que el don del celibato representa hoy para los
jóvenes, y también para los sacerdotes, un gran desafío personal que se debe
asumir con conciencia interior y también después de un tiempo de formación y
de entrenamiento de
disciplina personal”.
“Y después, cuando se está en el ‘campo de
batalla’, así llamaría a la vida sacerdotal, es necesario cultivar mucho la
espiritualidad: se necesitan tener tiempos de oración para crecer en el
interior y es necesario tener una disciplina personal”, agregó el Purpurado.
En este sentido, el Cardenal Stella dijo
que “la formación, la vida de oración y la disciplina personal, el tema del celibato tiene un sentido
porque incide en la vida de los sacerdotes. Es una realidad que
se puede vivir, pero es necesario ser conscientes que vivimos en una cultura,
en un mundo que representa hoy para los sacerdotes, para la vida consagrada,
pero para todos los cristianos una exigencia grande”.
“Yo pienso que debemos hablar de esta
realidad, hablar con los jóvenes, presentar
esta exigencia del sacerdote de rito latino como un gran compromiso y una
grande belleza”, animó Stella.
Además, el Prefecto de la Congregación para el Clero recordó la “ratio
fundamentalis” que es el “esquema de formación para los sacerdotes” en el que
abordan “el don de la vocación”.
“Es un don de Dios, que se llama vocación,
que va recibida, que se prepara sobre todo en un contexto de cualidades humanas
muy concretas, de equilibrio,
de mente sana, de afectividad transparente”, explicó.
De este modo, el Cardenal Stella resaltó la
importancia de “un cuadro de espiritualidad, de un compromiso pastoral, siempre
connotado de espiritualidad y de vida interior, en el que el celibato
representa una gran belleza de la vida de los sacerdotes, pero que debe ser
verdaderamente custodiado, como dice la Escritura, es un tesoro que conservamos en vasijas de
barro y debemos ser muy muy conscientes”.
“Después lo que el Sínodo podrá decir sobre
las novedades, sobre los nuevos caminos ministeriales, eso lo dejamos al
discernimiento, mañana y pasado mañana, de la comunidad de los padres sinodales
y, sobre todo, lo tenemos en el corazón y sobre la espalda del Santo Padre
quien tiene la tarea y el carisma del discernimiento que corresponde a Pedro,
como guía y responsable de la Iglesia”, concluyó.