El
Vaticano ha difundido la Carta Apostólica en forma de Motu Propio del Papa
Francisco, Aperuit Illis con la que instituye el domingo de la Palabra de Dios
Pontífice
invita a leer la Biblia y a no dejarla a recoger polvo. Además, instruye para
que en la misa no cualquiera lea las Sagradas Escrituras, sin comprender.
El papa Francisco ha escrito la Carta Apostólica
“Aperuit Illis” (Les abrió el entendimiento) para invitar a los cristianos a
tener un contacto frecuente con la Sagrada Escritura y la celebración de la
Eucaristía: “somos un solo pueblo que camina en la historia, fortalecido por la
presencia del Señor en medio de nosotros que nos habla y nos nutre”, escribió.
Desde el
Vaticano se destaca la preocupación del Papa y de la Iglesia debido a que la
gran mayoría de los cristianos no conocen la Sagrada Escritura. Aunque
la Biblia es el libro más difundido en el mundo, parecería que se ha quedado
relegado a acumular polvo en las mesas de noche.
Así, en la
Carta Apostólica que establece el tercer domingo del tiempo ordinario como el
domingo de la Palabra de Dios, el papa Francisco explica que “la Sagrada
Escritura y los Sacramentos no se pueden separar”.
“Cuando los
Sacramentos son introducidos e iluminados por la Palabra, se manifiestan más
claramente como la meta de un camino en el que Cristo mismo abre la mente y el
corazón al reconocimiento de su acción salvadora”, añadió.
El día
dedicado a la Biblia no ha de ser “una vez al año”, advierte Francisco, sino
una vez para todo el año, “porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e
intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, que no cesa de partir
la Palabra y el Pan en la comunidad de los creyentes”.
“Jesucristo
llama a nuestra puerta a través de la Sagrada Escritura; si escuchamos y
abrimos la puerta de la mente y del corazón, entonces entra en nuestra vida y
se queda con nosotros”, añadió.
Sagradas Escrituras
cura al individualismo
El Pontífice indicó la importancia de “escuchar la Sagrada Escritura para
practicar la misericordia: […]La Palabra de
Dios es capaz de abrir nuestros ojos para permitirnos salir del individualismo
que conduce a la asfixia y la esterilidad, a la vez que nos manifiesta el
camino del compartir y de la solidaridad”.
“El Papa
eligió celebrar este domingo el Tercer Domingo del Tiempo Ordinario, cuando
todas las lecturas proclamadas en el Evangelio presentan la figura de Jesús
como heraldo del Reino de Dios”, dijo a Vatican News, Monseñor Rino Fisichella,
el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización.
“Con esta
Carta el Papa nos invita a tener la Biblia en nuestras manos todos los días, en
la medida de lo posible, para hacerla nuestra oración”, comentó el prelado que
ha sido la mano derecha del papa durante el pasado jubileo de la Misericordia.
“Pensamos que
es importante redescubrir la oración hecha con los Salmos porque cada salmo
llama a una condición del pueblo cristiano y de la vida de cada hombre y de
cada mujer”, explicó Fisichella.
“Luego la Lectio divina y, por tanto, la
capacidad de ver cómo se vive esta Palabra en el curso de nuestra historia y
cómo ha sido iluminada, cómo su interpretación conduce a una riqueza de sentidos,
de significados”.
El Papa
recuerda “la dimensión de la caridad porque
cuando escuchamos la Palabra de Dios nos volvemos más atentos, vigilantes y
sensibles a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, especialmente
de los más marginados, y no es casualidad que Francisco recuerde la parábola
del rico y del pobre Lázaro”.
“La capacidad
de escuchar la Palabra nos hace más sensibles a las situaciones más difíciles y
extremas de la vida, las que ahora se denominan “periferias existenciales” de las
que somos testigos diariamente”.
Leer y comprender la
palabra de Dios
Asimismo,
monseñor Fisichella describe que durante la homilía es importante cómo se
realiza lectura de la Palabra y hace recomendaciones especiales a los
sacerdotes. Además, “el Papa va más allá, sin embargo, y dice que con vistas a
este domingo, a partir de los próximos años, es bueno que se subraye más el papel
de un servicio extraordinario, de un ministerio y de un mandato
particular con el que las personas se preparan primero para un contacto más
inmediato de estudio, de reflexión con la Palabra de Dios, como es el caso del
servicio extraordinario de la Comunión”.
“Creo que
esto es también una provocación pastoral. Sabemos cómo sucede en nuestras
iglesias: la primera persona que encontramos
disponible va a leer. Este, sin embargo, no es el valor que debe darse a la
Palabra de Dios. La Palabra de Dios debe encontrar mujeres, hombres capaces de
proclamar auténticamente y en el anuncio capaces también de comprender el texto
sagrado”.
El documento
ha sido dado el 30 de septiembre 2019, día en el que el catolicismo homenajea
la memoria de San Jerónimo, este año se
cumple el 1600 aniversario de su muerte, considerado uno de los Padres de la
Iglesia y que marcó el uso del latín como medio de comunicación en la historia
de la Iglesia e impulsando una mayor difusión de la Biblia.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia