Reflexión
del Papa en la Misa
![]() |
| Misa en Santa Marta, 31 oct. 2019 © Vatican Media |
El
Papa Francisco indicó que, como hizo san Pablo, es preciso “comprender la
ternura del amor de Dios en Jesús por cada uno de nosotros”, para entender lo
que verdaderamente es “el amor de Cristo”.
Hoy,
15 de octubre de 2019, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha
meditado sobre la primera lectura, tomada de la Carta de san Pablo a los
Romanos, indica Vatican News.
A
partir de dicho pasaje, en su homilía, Francisco explicó cómo el apóstol de los
gentiles podría resultar “un poco soberbio”, “demasiado seguro de sí mismo” al
declarar que ni siquiera “la tribulación, la angustia, la persecución, el
hambre, la desnudez, el peligro, ni la espada” lograrían separarnos “del amor
de Cristo”
Un amor fuerte
Por
otra parte, según el medio vaticano, el Pontífice señaló que “somos más que
ganadores” con el amor del Señor y que san Pablo lo fue “porque desde el
momento en que el Señor lo llamó en el camino a Damasco, comenzó a comprender
el misterio de Cristo”: “se había enamorado de Cristo”.
El
apóstol fue tomado por “un amor fuerte”, “grande”, no por un “argumento” de
“telenovela”. Un amor “en serio”, hasta el punto de sentir que Dios “siempre lo
acompañaba en lo bueno y en lo malo”.
Ante
este hecho, el Obispo interpeló: “¿amo al Señor así? Cuando llegan momentos
feos, ¿cuántas veces sentimos el deseo de decir: ‘El Señor me ha abandonado, ya
no me ama’ y le gustaría dejar al Señor”.
Así,
remitió de nuevo al ejemplo de Pablo, que “estaba seguro de que el Señor nunca
abandona. Él entendió el amor de Cristo en su propia vida. Este es el camino
que nos hace ver Pablo: el camino del amor, siempre, en lo bueno y en lo malo,
siempre delante. Esta es la grandeza de Pablo”.
Un amor cercano
Para
el Obispo de Roma, el amor de Dios, “no se puede describir” y recordó que Jesús
dio su vida para salvarnos y que: “no hay amor más grande que dar la vida por
el otro”.
Después
propuso el ejemplo del amor de una madre “que da la vida por su hijo, siempre
lo acompaña en la vida, en los momentos difíciles pero aún así es poco…Es un
amor cercano a nosotros, no es un amor abstracto el amor de Jesús, es un amor
Yo-tú, yo-tú, cada uno de nosotros, con nombre y apellido”.
Un amor tierno
En
el Evangelio de san Lucas, el Papa Francisco considera que se percibe “algo del
amor de Jesús”, ya que al hablar de Jerusalén, rememoró los momentos en los que
trató de reunir a sus hijos, “como una gallina con sus polluelos debajo de sus
alas” y se lo impidieron.
Esto
le hizo llorar: “El amor de Cristo lo lleva al llanto, al llanto por cada uno
de nosotros. Hay mucha ternura en esta expresión. Jesús podía condenar a
Jerusalén, decir cosas malas… Y se queja porque no se dejan amar como los
polluelos de la gallina”, expuso el Santo Padre.
Pensar en la ternura de
Jesús
Asimismo,
remarcó que se trata de un amor que espera pacientemente “el amor que juega esa
última carta con Judas: ‘Amigo’, le da la salida, hasta el final. Incluso con
grandes pecadores, hasta el final. Él ama con esta ternura”.
“No
sé si pensamos en Jesús así de tierno, en Jesús que llora, cómo lloró ante la
tumba de Lázaro, cómo lloró aquí, mirando Jerusalén.” Por ello, pidió que nos
preguntemos si Jesús está llorando por nosotros: “Él que nos ha dado ‘tantas
cosas”, mientras que a menudo nosotros elegimos ir ‘por otro camino”.
Finalmente,
de acuerdo a la citada fuente, Francisco reiteró que el amor de Dios “se
convierte en una lágrima, en llanto, llanto de ternura en Jesús” y que esta la
razón por la que san Pablo “se había enamorado de Cristo y nada podía separarlo
de Él”.
Larissa
I. López
Fuente:
Zenit






