Meditación
del Papa en la Misa
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| Misa en Santa Marta, 5 nov. 2019 © Vatican Media |
El
Papa Francisco ha exhortado a pedir al Señor “la gracia de aceptar siempre ir a
su fiesta que es gratuita”.
Hoy,
15 de octubre de 2019, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el
Santo Padre ha meditado en torno al pasaje evangélico del día. En él, el
evangelista Lucas se refiere a un hombre que daba una gran fiesta y los
invitados pusieron distintas excusas para no acudir, indica Vatican News.
Ante
la respuesta, el hombre mandó llamar a los pobres y a los lisiados para que
disfrutaran del festejo. Así, para Francisco, este fragmento resume la historia
de la salvación y también supone la descripción de la actitud de muchos
cristianos.
Alegría y gratuidad
El
Papa expuso que “la cena, la fiesta, es la figura del cielo, de la eternidad
con el Señor” y que en una celebración nunca se sabe a quién se va encontrar,
se conocen a personas nuevas y también se coincide con otras a las que no se
quiere ver.
En
cualquier caso, también resaltó que el clima de la fiesta es la alegría y la
gratuidad, porque una fiesta de verdad ha de ser gratuita: “Y en esto nuestro
Dios siempre nos invita así, no nos hace pagar la entrada. En las fiestas
verdaderas, no se paga la entrada: paga el dueño, paga el que invita”.
No
obstante, el Pontífice también indicó que existen personas que priorizan sus
propios intereses frente a la gratuidad: “Ante la gratuidad, ante la
universalidad de la fiesta, está esa actitud que cierra el corazón: ‘Yo no voy.
Prefiero estar solo, con la gente que me gusta, cerrado’. Y esto es pecado, el
pecado del pueblo de Israel, el pecado de todos nosotros: la cerrazón. ‘No,
para mí es más importante esto que aquello. No, yo elijo lo que es mío. Siempre
lo mío’. Y en lo mío no hay gratuidad”.
Elegir al Señor
El
rechazar ir a la fiesta del Señor, continúo explicando el Obispo de Roma,
constituye un desprecio a Dios, que nos invita a ella: “No me molestes con tu
fiesta”, esto es cerrarse “a lo que el Señor nos ofrece: la alegría del
encuentro con Él”.
“Y
en el camino de la vida muchas veces nos encontraremos ante esta elección, a
esta opción: o la gratuidad del Señor, ir a visitar al Señor, encontrarme con
el Señor, o cerrarme en mis cosas, en mi propio interés”, subrayó.
“Todos están invitados”
Y
agregó que por ello, Dios, “hablando de una de las cerrazones, decía que es muy
difícil que un rico entre en el reino de los cielos. Sin embargo hay ricos
buenos, santos, que no están apegados a la riqueza. Pero la mayoría está
apegada a la riqueza, está cerrada. Y por esto no pueden comprender lo que es
la fiesta. Tienen la seguridad de las cosas que pueden tocar”.
No
obstante, para el Señor, a pesar del rechazo: “Todos están invitados. Todos,
nadie puede decir: ‘Yo soy malo, no puedo…’. No. El Señor porque tú eres malo
te espera de una manera especial.”
La hipocresía
En
cuanto a la primera lectura, en la que el Apóstol Pablo habla sobre la
hipocresía, el Santo Padre aseveró que a los judíos, de acuerdo al citado medio
vaticano, el Señor les dijo una vez: “Pero yo les digo que las prostitutas y
los publicanos los precederán en el reino de los cielos”.
Finalmente,
el Papa pidió meditar sobre “esta parábola que el Señor nos da hoy. ¿Cómo va
nuestra vida? ¿Qué prefiero yo? ¿Aceptar siempre la invitación del Señor o
encerrarme en mis cosas, en mis pequeñeces?”.
Larissa
I. López
Fuente:
Zenit






