Pasos: arrepentimiento, aprender a transfigurarse en Cristo, seguir el ejemplo de los Santos y reflexionar
CONVERTIRSE A LA
MISERICORDIA DE DIOS
Si
esta en nuestro propósito cambiar de vida, esta también el convertirnos.
Convertirse es cambiar de actitud, por tanto es apartarse de nuestros egoísmos,
abrir el corazón a Dios, aceptar la mano que Cristo Jesús nos tiende para
caminar con Él. En efecto, convertirse es aceptar ser salvado por Cristo, y no
olvidar que Dios, siempre está dispuesto al perdón.
El
atractivo católico, de Santa Edith Stein, fue al observar como en lo ritos
fúnebres se encomendaban a los hombres a la misericordia de Dios. La
Misericordia de Dios, llega a ser casi incomprensible, ¿Por qué?, porque
pecamos una y otra vez, nos arrepentimos y luego volvemos a cometer las mismas
faltas, provocamos el enojo de Dios y sin embargo el no deja de ser
misericordioso con nosotros. La Misericordia de Dios, es la perfección del
Amor, tanto así, que Él envió a su propio Hijo engendrado al mundo, permitiendo
su muerte en la cruz y de este modo nuestros pecados fuesen perdonados. En
Justicia Dios nos condena pero en Misericordia nos salva.
Es
bueno preguntarse, ¿tenemos derecho a su Misericordia?, ¿tenemos derecho al
perdón?, eso es lo incomprensible, entre más pecamos y más provocamos el
enojo de Dios, más derecho tenemos.
Reza el salmo 102:- El Señor es
compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no está siempre
acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros
pecados ni nos paga según nuestras culpas.
Dice Cristo Jesús: “Os digo que, de
igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta
que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión (Lc 15, 7)…..Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los
ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.” (Lc 15, 10)
El
evangelio nos da la Buena Noticia que Cristo Jesús vino a consolar a los
afligidos a sanar a los enfermos, a perdonar a los pecadores y nosotros también
necesitamos la salvación que Jesús nos trajo, y convertirnos, para que pasemos
de la muerte a la vida, de las tinieblas a la Luz, y que seamos hombres nuevos.
Petición: Señor, te ruego que
me des la Gracia de convertirme de verdad, cambiar de vida, confiar en tu
misericordia y caminar por siempre el camino de Jesús.
Que
Cristo Jesús, viva en sus corazones.
Por:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Fuente:
Catholic.net