26.1.20

EL DIFÍCIL CAMINO DE LA CONVERSIÓN (Final)

Pasos: arrepentimiento, aprender a transfigurarse en Cristo, seguir el ejemplo de los Santos y reflexionar

CONVERTIRSE A LA MISERICORDIA DE DIOS

Si esta en nuestro propósito cambiar de vida, esta también el convertirnos. Convertirse es cambiar de actitud, por tanto es apartarse de nuestros egoísmos, abrir el corazón a Dios, aceptar la mano que Cristo Jesús nos tiende para caminar con Él. En efecto, convertirse es aceptar ser salvado por Cristo, y no olvidar que Dios, siempre está dispuesto al perdón.

El atractivo católico, de Santa Edith Stein, fue al observar como en lo ritos fúnebres se encomendaban a los hombres a la misericordia de Dios. La Misericordia de Dios, llega a ser casi  incomprensible, ¿Por qué?, porque pecamos una y otra vez, nos arrepentimos y luego volvemos a cometer las mismas faltas, provocamos el enojo de Dios y sin embargo el no deja de ser misericordioso con nosotros. La Misericordia de Dios, es la perfección del Amor, tanto así, que Él envió a su propio Hijo engendrado al mundo, permitiendo su muerte en la cruz y de este modo nuestros pecados fuesen perdonados. En Justicia Dios nos condena pero en Misericordia nos salva.

Es bueno preguntarse, ¿tenemos derecho a su Misericordia?, ¿tenemos derecho al perdón?,  eso es lo incomprensible, entre más pecamos y más provocamos el enojo de Dios, más derecho tenemos.

Reza el salmo 102:- El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen  nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas.

Dice Cristo Jesús: “Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión (Lc 15, 7)…..Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.” (Lc 15, 10)

El evangelio nos da la Buena Noticia que Cristo Jesús vino a consolar a los afligidos a sanar a los enfermos, a perdonar a los pecadores y nosotros también necesitamos la salvación que Jesús nos trajo, y convertirnos, para que pasemos de la muerte a la vida, de las tinieblas a la Luz, y que seamos hombres nuevos.

Petición: Señor, te ruego que me des la Gracia de convertirme de verdad, cambiar de vida, confiar en tu misericordia y caminar por siempre el camino de Jesús.

Que Cristo Jesús, viva en sus corazones.

Por: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Fuente: Catholic.net

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