El milagro de amar como a un hijo a un niño que no viene de
tu vientre sino de tu corazón
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S.Borisov |
Ser madrina es amar incondicionalmente a un ser
generado dentro de tu corazón.
Es recibir la confianza de una madre para
cuidar de su hijo como si fuera el propio.
Es ser tan especial como para recibir ese
regalo, y saber corresponder, porque los ahijados crecen, las madrinas
envejecen, pero el amor permanece.
Ser madrina es
estar siempre presente.
Es ser madre antes
de tener hijos, o aumentar la familia.
Es tener a
alguien para cuidar.
Es ayudar
a que esa persona conozca el amor, conozca a Dios.
Es tener la
certeza de que él/ella, más adelante, va a mirar atrás y decir: “Mi madrina
estaba presente en todos los momentos importantes de mi vida”.
Tú viniste
para alegrar más mis días, tu vida da más sentido a la mía.
A tu lado
aprendo la dulzura de ser niño de nuevo.
¡De todas las
cosas que ya me pasaron en la vida, nada me llena más de orgullo que ser tu
madrina!
(Autor desconocido)
Aleteia/Brasil