12.2.20

DÍA MUNDIAL DEL ENFERMO: CERCANÍA DEL PAPA ANTE “EL PESO DE LA ENFERMEDAD”

En la Festividad de la Virgen de Lourdes

El Papa Abraza A Un Enfermo © Vatican Media
“Encomiendo a la Virgen María, Salud de los enfermos, a todas las personas que llevan el peso de la enfermedad, así como a sus familiares y al personal sanitario. Aseguro a todos, con afecto, mi cercanía en la oración” ha expresado el Papa Francisco ayer en un tweet publicado en su cuenta oficial.

“Jesucristo ofrece su misericordia a quien vive con angustia su propia situación de fragilidad, dolor y debilidad. Él invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar su ternura”, indica en otra publicación.

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28) es el lema de la 28ª Jornada Mundial del Enfermo que se celebra hoy, 11 de febrero de 2020, en todo el mundo, con motivo de la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó el mensaje del Papa para esta Jornada Mundial dedicada a los enfermos el pasado 3 de enero de 2020.
Posada del Buen Samaritano

En él, el Santo Padre manifiesta que la Iglesia “desea ser cada vez más —y lo mejor que pueda— la ‘posada’ del Buen Samaritano que es Cristo (cf. Lc 10,34), es decir, la casa en la que podéis encontrar su gracia, que se expresa en la familiaridad, en la acogida y en el consuelo”.

También recuerda que en la enfermedad está comprometida no solo la integridad física de la persona, “sino también sus dimensiones relacionales, intelectiva, afectiva y espiritual”. Por eso, “además de los tratamientos espera recibir apoyo, solicitud, atención… en definitiva, amor”.

Dignidad de la persona

El Pontífice invita a los agentes sanitarios a que en cada acción con los pacientes, el sustantivo “persona” siempre esté “antes del adjetivo ‘enferma’”, de manera que su trabajo “tenga constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible”.

Finalmente, en sus palabras, el Santo Padre dirige un pensamiento a todas las personas del mundo que, debido a la pobreza, no tienen acceso a los tratamientos que necesitan. Y realiza un llamado a las instituciones sanitarias y a los Gobiernos de todos los países para que no “desatiendan la justicia social” y “aunando los principios de solidaridad y subsidiariedad, se coopere para que todos tengan acceso a los cuidados adecuados para la salvaguardia y la recuperación de la salud”.

Larissa I. López

Fuente: Zenit

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