El
Pontífice reflexionó sobre “el significado espiritual del desierto”
El Papa Francisco en la Audiencia General Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Así
lo dijo el Santo Padre durante la Audiencia General realizada en la Plaza de
San Pedro este miércoles 26 de febrero en la que dedicó su catequesis al tema
de la Cuaresma con la imagen de la entrada en el desierto.
“Hoy
miércoles de ceniza iniciamos el camino cuaresmal, camino de cuarenta días
hacia la Pascua, hacia el corazón del año litúrgico y de la fe. Es un camino
que sigue el de Jesús, quien al comienzo de su ministerio se retiró durante
cuarenta días para rezar y ayunar, tentado por el diablo, en el desierto”,
señaló el Papa.
En
esta línea, el Pontífice reflexionó sobre “el significado espiritual del
desierto” y añadió que “el desierto es el lugar para alejarse del ruido que nos
rodea. Es la ausencia de palabras para dar cabida a otra Palabra, la Palabra de
Dios, que acaricia nuestros corazones como una brisa ligera”.
“El
desierto es el lugar de la Palabra, con mayúscula. De hecho, en la Biblia, al
Señor le encanta hablarnos en el desierto”, dijo el Papa quien recordó que
“Jesús amaba retirarse cada día en lugares desiertos para rezar”.
Además,
el Santo Padre destacó que “en el desierto se reencuentra la intimidad con
Dios, el amor del Señor” y que Jesús “nos enseñó cómo buscar al Padre, que nos
habla en el silencio” pero reconoció que “no es fácil hacer silencio en el
corazón”.
“La
Cuaresma es el tiempo adecuado para dejar espacio a la Palabra de Dios, es el
tiempo para apagar la televisión y abrir la Biblia. Es el tiempo para
desconectarse del teléfono celular y conectarse al Evangelio”, afirmó.
En
este sentido, Francisco señaló que “Jesús, llamándonos al desierto, nos invita
a escuchar lo que importa” a lo esencial, ya que la Cuaresma “es el tiempo para
renunciar a palabras inútiles” así como también a los “rumores y chismes” para
“hablarle de tú al Señor”.
“Miremos
nuestras vidas: ¡cuántas cosas inútiles nos rodean! Perseguimos mil cosas que
parecen necesarias y en realidad no lo son. ¡Qué bueno sería para nosotros
deshacernos de tantas realidades superfluas, para redescubrir lo que importa,
para encontrar los rostros de quienes nos rodean!”, expresó el Papa.
Por
ello, el Santo Padre subrayó que “Jesús nos da el ejemplo, ayunando” porque
“ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, a lo superfluo, para ir a lo
esencial” y agregó que “ayunar no solamente es para adelgazar” sino que “ayunar
es ir a lo esencial, es buscar la belleza de una vida más simple”.
Finalmente,
el Pontífice destacó que el desierto “es el lugar de la soledad” y advirtió que
“también hoy, cerca de nosotros, hay muchos desiertos, muchas personas solas.
Son las personas solas y abandonadas. ¡Cuántas personas pobres y ancianas están
cerca de nosotros y viven en silencio, sin hacer escándalo, marginados y
descartados!” por lo que afirmó que “el camino en el desierto cuaresmal es un
camino de caridad hacia quien es más débil”.
“Oración,
ayuno y obras de misericordia: he aquí el camino del desierto cuaresmal”,
exclamó el Papa quien dijo que “en el desierto se abre el camino que nos
conduce de la muerte a la vida” por lo que animó a entrar en este “desierto de
la Cuaresma” para “seguir a Jesús en el desierto” porque “con Él nuestros
desiertos florecerán”.
Tras
pronunciar su catequesis en italiano, el Papa Francisco improvisó en su saludo
a los peregrinos de lengua árabe y después de mencionar a los fieles de Siria,
Egipto y del Medio Oriente, mencionó especialmente a un grupo procedente de
Irak a quienes les dijo: “a ustedes, ciudadanos de Irak les digo que les soy
muy cercano, ustedes son un campo de batalla, ustedes sufren una guerra, de un
lado y del otro, rezo por ustedes y rezo por la paz de su país, del cual era en
programa que yo visitara este año”.
Asimismo,
en su saludo a los peregrinos de lengua italiana el Pontífice indicó que
deseaba expresar nuevamente “su cercanía a los enfermos de Coronavirus y a
los operadores sanitarios que los curan y también a las autoridades civiles y a
todos aquellos que están comprometidos en la asistencia de los pacientes y
detener el contagio”.
Por Mercedes de la Torre
Fuente:
ACI Prensa