“Nuestra Señora del Silencio es un antídoto contra la
dictadura del ruido y las murmuraciones de palabras inútiles y maliciosas”
Gentileza-@FraEmilioAntenucci |
El papa Francisco ha dado su bendición para abrir
el próximo 1 de mayo un santuario diocesano dedicado a la Virgen
María del Silencio, en la iglesia de San Francisco de Asís,
ubicada en Avezzano, municipio situado en el territorio de la Provincia de
L’Aquila, en la región italiana de Abruzos.
Los
peregrinos y fieles ahora pueden dar culto público a esta especial advocación
mariana muy querida por el Papa, cuyos dones contrastan el llamado ‘terrorismo
de la lengua’; chismes, envidias y maledicencias, entre otros
males que destruyen comunidades, familias y las relaciones interpersonales.
La iniciativa
mariana ha sido lanzada en una conferencia de prensa llevada a cabo este jueves
27 de febrero en la sede del Seminario de la Curia Diocesana de Avezzano en la
que participaron el Obispo, Mons. Pietro Santoro, el Padre Nicola Galasso,
Provincial de los Capuchinos de Abruzos, el Padre
Emiliano Antenucci, Don Francesco Tudini, Vicario General de la Diócesis.
Dictadura del ruido y las murmuraciones
“María es la catedral del silencio en la que
resuena la Palabra eterna. Nuestra Señora del Silencio es un antídoto contra
la dictadura del ruido y las murmuraciones de
palabras inútiles y maliciosas”, dijo a Aleteia Fray
Emiliano Antenucci quien citó al papa Francisco para
remarcar la importancia eclesial y social del Santuario dedicado a la Virgen
María del Silencio.
El 22 de
marzo de 2019 el padre Antenucci tuvo una audiencia privada con el Papa. El 24
de marzo el Sucesor de Pedro escribió una carta autógrafa al Ministro
Provincial de los Capuchinos de Abruzos, el Padre Nicola Galasso, con esta
petición: “Sería bueno encontrar un lugar, una
Iglesia, donde se pudiera dar culto público a Nuestra Señora del Silencio. Por
favor, piénselo y hágame una propuesta”.
El nuevo santuario
El padre Emiliano, junto con el Ministro
Provincial, con el permiso del General de la Orden, se pusieron en marcha en la
búsqueda de varios lugares y se identificó la Iglesia de San Francisco de Asís y el
convento capuchino de Avezzano, abandonados desde hace diez
años y de propiedad de la Provincia de los Frailes Menores Capuchinos de
Abruzos.
El título de María
Virgen del Silencio, según fray Antenucci, era inédito, hasta
ahora, en el marial de la Santísima Madre de Cristo. Por tanto, el santuario
“será una señal de la importancia del silencio” para el mundo actual” y
concorde con el magisterio del papa Francisco que lo considera “fundamental”
para la vida espiritual.
Los fieles podrán encontrar en el nuevo
santuario, un lugar de contemplación para hallar también “las verdaderas
palabras que nos guían para encontrarnos con nuestro prójimo y dirigirnos a los
demás de forma efectiva y edificante”.
Asimismo,
afirmó, que este será un “lugar de profecía, un signo profético para todos, no
sólo para los creyentes, sino también un lugar de sacramentos,
un lugar de formación espiritual para la oración, el silencio y el
discernimiento”.
La Virgen del
Silencio, considera Fray Antenucci, ayuda también a salir del ruido de la
sociedad de la posverdad. “El ruido nos hace sordos a las cosas que
realmente importan en la vida. El silencio nos hace ver verdades sobre nosotros
mismos y sobre los demás”.
Silencio para no juzgar
“Nos hace juzgar menos y amar más –
insistió -, pues el silencio nos abre a la misericordia de Dios, al perdón y a
la expectativa de ser mejores personas. El Papa Francisco nos recuerda que “el
silencio no se reduce a la ausencia de palabras, sino a la presencia de otras
voces: la de nuestro corazón y, sobre todo, la voz del Espíritu Santo”.
“El silencio de la Virgen no es el
efecto de la tartamudez y la impotencia; es un silencio de luz y éxtasis, un
silencio más elocuente, en alabanza a Jesús, que la elocuencia misma”.
La imagen
de la Virgen del Silencio es significativa al respecto.
Fray Antenucci, explica, la “Virgen del Silencio “nos dice” con una mano que
nos salgamos del torbellino de las palabras y del activismo y con la otra nos
propone un silencio de culto, lleno de asombro. María es la catedral del
silencio en la que resuena el Verbo eterno”.
Elegir entre el parloteo o la Virgen
Por eso, insistió, que el Papa, después de
una audiencia general, se dirigió a un grupo de peregrinos así: “¿Pero rezas a
Nuestra Señora del Silencio? Pero sabes que Nuestra Señora del Silencio nos
protege a todos… para no volvernos parlanchines.
¿Alguien o
alguno de ustedes es parlanchín? ¿No? Cuando tengas ganas de chismorrear,
muérdete la lengua y reza a Nuestra Señora del Silencio. Te
asustaste, ¿eh? Nada de parloteo: cuando el parloteo se nos sale, ve delante a
la Virgen, o la Virgen o el parloteo, hay que elegir”.
Ary Waldir Ramos
Díaz
Fuente: Aleteia