Las
Academias de Ciencias Pontificias emitieron un comunicado el viernes 20 de
marzo alentando a los líderes mundiales a hacer ajustes a las respuestas a
corto y largo plazo contra el coronavirus
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Foto referencial. Crédito: ACI Prensa |
La
declaración fue publicada el 20 de marzo por la Pontificia Academia de las
Ciencias y la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y en ella
contribuyeron cerca de 20 líderes internacionales de la ciencia designados por
el Papa Francisco.
Los
líderes expresaron su gratitud por el “máximo servicio” ofrecido por los
profesionales médicos en contra de la pandemia del coronavirus, pero enfatizó
que los desafíos y las desafortunadas consecuencias permanecen.
Indicaron
que hay cinco áreas que necesitan ser mejoradas, como las respuestas tempranas,
gran soporte de las comunidades científicas, mejor protección de la población
vulnerable, interdependencias globales más fuertes, y mayor compasión.
Según
la declaración, todos los países deben centrarse en realizar una acción
temprana que fortalezca los sistemas de salud, especialmente con la mejora de
procedimientos de advertencia. Asimismo, los expertos criticaron el fracaso de
los gobiernos, instituciones públicas y los medios de comunicación para dar una
respuesta adecuada al coronavirus.
Asimismo,
los líderes dijeron que la respuesta debió ser dirigida por la sociedad civil e
incluir acciones de distribución de las comunidades locales y dado que la
pandemia limita la interacción cara a cara, dijeron que la tecnología de
comunicación debe mejorarse.
“Es
de vital importancia adelantarse a la curva para enfrentar tales crisis
globales. Hacemos hincapié en que las medidas de salud pública deben iniciarse
inmediatamente en todos los países para combatir la continua propagación de
este virus. Se debe reconocer y actuar sobre la necesidad de realizar pruebas a
gran escala, y se debe poner en cuarentena a las personas que dan positivo al
COVID-19, junto con sus contactos cercanos”, dice el comunicado.
También
dijeron que se debe ampliar el apoyo a las comunidades científicas, pues
debería haber una mejor comprensión de las enfermedades zoonóticas que pueden
transmitirse entre animales y seres humanos, como las enfermedades infecciosas
causadas por bacterias o virus que se transmiten a los humanos por los
animales.
Al
respecto, los líderes señalaron que ello podría requerir la remodelación de los
sistemas de producción animal relacionados con los alimentos para reducir el
riesgo de enfermedades zoonóticas e impulsar una mayor investigación sobre el
comportamiento humano bajo estrés psicológico para comprender mejor la
respuesta del gobierno.
“Fortalecer
la investigación de ciencias básicas, fundamentales o puras mejora la capacidad
de detectar, responder y, en última instancia, prevenir o al menos mitigar
catástrofes como las pandemias. La ciencia necesita un mejor financiamiento a
nivel nacional y transnacional, para que los científicos tengan los medios para
descubrir los medicamentos y vacunas adecuados. Las compañías farmacéuticas
tienen la responsabilidad clave de producir esos medicamentos a escala, si es
posible”, dijeron.
Los
expertos también dijeron que se deben tomar medidas para proteger a las
personas vulnerables de la infección del virus, como son los trabajadores
médicos o las personas más pobres. Además, señalaron que la pandemia y las
respuestas “miopes” pueden provocar grandes daños a la economía, perjudicando
la producción de alimentos.
“Es
esencial que en todos los países la acción política tenga un enfoque más amplio
en la salud pública para proteger a las personas pobres y vulnerables del virus
COVID19, que también tendrá un impacto adverso en las economías mundiales”,
señalaron los expertos.
Los
líderes dieron una advertencia y dijeron que “a menos que se mitiguen las
consecuencias disruptivas anticipadas sobre la producción y el suministro de
alimentos, y muchos otros sistemas, se perjudicará especialmente a los pobres”.
También
dijeron que “las pandemias representan una amenaza para los millones de
refugiados, migrantes y desplazados forzosos”, por ello, imploraron a la
comunidad global que “intensifiquen los esfuerzos para proteger a los más
vulnerables entre nosotros”.
En
la declaración se señaló que si bien la correspondencia mundial ha aumentado el
flujo de bienes, ideas y otros beneficios, en el momento de una enfermedad
infecciosa, la interconexión dificulta la contención del virus. Por ello,
indicaron la necesidad de un aumento de las alianzas mundiales.
Para
la delegación, si bien el mundo se ha aislado en respuesta al brote del
COVID19, esta suerte de defensa en contra del virus puede ser contraproducente,
pues las organizaciones transnacionales e internacionales necesitan estar
equipadas para manejar la cooperación global.
“Las
medidas de mitigación para frenar la rápida propagación del contagio a veces
requieren cerrar las fronteras alrededor de los puntos críticos afectados. Sin
embargo, las fronteras nacionales no deben convertirse en barreras que
obstaculicen la ayuda entre las naciones. Los recursos humanos, los equipos, el
conocimiento sobre las mejores prácticas, los tratamientos y los suministros
deben de compartirse”, dijeron.
En
ese sentido, los líderes insistieron en que “las crisis mundiales exigen una
acción colectiva”, pues “la prevención y la contención de las pandemias es un
bien público mundial y su protección requiere una mayor coordinación global,
así como un desacoplamiento temporal y adaptativo”.
Además,
sostuvieron que la compasión y la solidaridad también deben fortalecerse, y
señalaron que las iglesias y otras comunidades religiosas son contribuyentes
valiosos en este desafío.
“Una
lección que el virus nos está enseñando es que la libertad no se puede
disfrutar sin responsabilidad y solidaridad. La libertad divorciada de la
solidaridad genera un egoísmo puro y destructivo. Nadie puede triunfar solo. La
pandemia de COVID-19 es una oportunidad para ser más conscientes de la
importancia de las buenas relaciones en nuestras vidas”, concluyeron.
Traducido
y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente por CNA.
Fuente:
ACI Prensa