Mons. Sayoum
Franso ahora es Obispo en Etiopía, pero descubrió su vocación al sacerdocio
gracias a la vida ejemplar de entrega de un misionero de la Consolata
![]() |
Mons. Sayoum Franso antes de entrar en el seminario (izq) y en oración el día de su
ordenación episcopal. Crédito: OMP España.
|
El
Prelado pidió oraciones por todas las vocaciones, en especial por las que surgen
en los territorios de misión, y animó a ayudar a su sostenimiento a través de
las obras pontificias.
Este
domingo 3 de mayo se celebró en España la Jornada de Vocaciones Nativas, una
fecha que coincide junto a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
En
este día se invita a rezar por todas las vocaciones en el mundo y a colaborar
con los cerca de 85 mil jóvenes que responden a la llamada de Dios en los
territorios de misión.
Según
precisan desde OMP España, “ellos son el mejor legado de los misioneros y el
futuro de la Iglesia universal”.
En
esta situación extraordinaria en la que no se puede contar con la colecta de
las parroquias, OMP, organizadora de la Jornada de Vocaciones Nativas, ha hecho
un llamamiento para que se colabore especialmente a través de la oración para
mantener las vocaciones nativas que dan solidez a las iglesias locales en los
territorios de misión.
En
2019, cerca de 85.000 jóvenes, 76.759 seminaristas, y 8.094 novicios y
novicias, se beneficiaron de las ayudas de la Obra de San Pedro Apóstol. Esta
obra, que forma parte de las Obras Misionales Pontificias, canaliza las ayudas de
todos los católicos del mundo, para distribuirlas equitativamente entre todas
las iglesias jóvenes de África, Asia, Oceanía, y algunas zonas de América. En
2019 la suma recauda fue de 18.946.586€ en todo el mundo, de los cuales
2.486.287,88€ salieron del bolsillo generoso de los españoles
Mons.
Sayoum Franso es ahora Obispo de Hosana (Etiopia), y una de las vocaciones
nativas que pudo ingresar en el seminario y ordenarse sacerdote gracias al
dinero que Obras Misionales Pontificias recauda y distribuye a través de la
Obra de San Pedro Apóstol.
En
declaraciones a ACI Prensa, Mons. Franso pidió que se rece especialmente por
las vocaciones nativas y animó a colaborar al sostenimiento de estas obra
pontificia: “Por poco que puedan contribuir, siempre será mucho. Ayudarán a la
Iglesia universal, incluso en lugares recónditos, como es la aldea de la que yo
provengo en Etiopía. Deben saber que cualquiera que sea su aportación, ésta
dará fruto”.
El
camino de su vocación estuvo profundamente marcado por el sacerdote español
Álvaro Palacios, misionero de la Consolata que le enseñó el mensaje de Jesús y
que, gracias a su ejemplo de entrega y servicio, despertó en él la vocación
sacerdotal.
En
la casa de los Misioneros de la Consolata en Etiopía no había agua ni luz. “Recuerdo
acompañarlos cada semana para poder celebrar la Eucaristía en otra parroquia, a
37 kilómetros a pie o en mula, muchas veces sin zapatillas, por los caminos”,
“allí comencé mi vocación, los misioneros han sido un ejemplo para mí”, explicó
a OMP.
Franso
entró a estudiar en el Seminario menor de Meki, y en el mayor de Addis Abeba,
ambos en Etiopía y ayudados por la Obra de San Pedro Apóstol.
También
gracias a la ayuda de esta Obra pontificia pudo estudiar en Roma y regresar a
su país. En 2017 fue ordenado obispo del vicariato apostólico de Hosanna en
Etiopía.
“Yo
soy fruto de los misioneros y de Obras Misionales Pontificias”, explicó Mons.
Franso.
Además
subrayó a ACI Prensa que en su trabajo como Obispo intenta que sus fieles “se
sientan misioneros para poder llamar, con el ejemplo de nuestra vida a los
demás al discipulado de Cristo”.
También
aseguró a ACI Prensa que “todavía hoy, el ejemplo de los misioneros en Etiopía,
en especial el de los Misioneros de la Consolata, es muy importante para mi
vida espiritual”.
Fuente:
ACI Prensa