Frágiles
y pobres ante Dios. ¿Qué hacemos?
Este
lunes 20 de julio, de la décimo sexta semana de tiempo ordinario, el padre Juan
Marcelo Leonardi nos desafía a preguntarnos cómo reaccionamos ante la evidencia
de nuestra propia fragilidad. ¿Le exigimos a Dios un signo que nos dé
tranquilidad o hacemos un acto de fe y confianza en Él?
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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 12, 38-42
En
aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro,
queremos ver un signo tuyo».
Él
les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se
le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo
Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo
del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los
hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la
condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».
Vatican
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