La
Basílica de Santa Clara en Asís custodia el Crucifijo que habló a San
Francisco
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| Basílica de Santa Clara en Asís. Foto: YouTube |
La
iglesia fue construida después de la muerte de Santa Clara, entre 1257 y 1265,
cerca de la antigua iglesia de San Jorge en donde estuvieron los restos
mortales de San Francisco hasta 1230.
En
aquel tiempo se construyó también el monasterio en el cual las clarisas se
mudaron en 1260 desde San Damián, llevando diversas reliquias y también el
Crucifijo que habló a San Francisco.
El
Crucifijo es de estilo bizantino y se localizó inicialmente en la iglesia
primitiva de San Jorge.
Actualmente,
el Crucifijo se conserva en la capilla de San Jorge. El cristo de tal Crucifijo
le habló a San Francisco y le pidió “reparar” la Iglesia.
Además,
en la cripta de la iglesia se custodian los restos mortales de Santa Clara, la
primera y más fiel discípula de San Francisco. Detrás de la cripta están
expuestas algunas importantes reliquias franciscanas, por ejemplo, algunas
túnicas humildes usadas por San Francisco y Santa Clara, una blusa bordada de
San Clara y algunos cabellos de Santa Clara cortados por San Francisco.
La
fachada de la Basílica de Santa Clara está diseñada por piedra blanca y rosa del
monte Subasio; la estructura interior es una sola nave, como la iglesia
superior de San Francisco, que tiene un ábside poligonal. En la nave hay dos
capillas laterales con Santa Inés de Asís y San Jorge.
Además,
del lado izquierdo se pueden observar ocho tablas de madera que muestran
relatos de la vida de Santa Clara realizadas en 1238.
El
convento de clausura de Santa Clara se localiza al lado hacia el valle con un
claustro al que se puede acceder desde la antigua cripta de la iglesia de San
Jorge.
Traducida
y adaptada por Mercedes De La Torre. Publicada originalmente en ACI Stampa
Fuente:
ACI Prensa






