Presentado en el Vaticano
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Libro de Carlo Petrini, fundador de Slow Food (C) Vatican News |
En el marco
del Tiempo de la
Creación, se ha presentado esta mañana en el Vaticano el libro TerraFutura.
Diálogos con el Papa Francisco sobre la ecología integral, del
agnóstico, ex comunista y gastrónomo Carlo Petrini, fundador de Slow food.
Carlo Petrini
–conocido como “Carlin”— y Francisco comparten raíces piamontesas,
informa Vatican News. El padre y abuelo materno del Papa (83
años) provienen de Asti, mientras el gastrónomo y escritor de 71 años es de
Cuneo Bra, quien a su vez es amigo del obispo de Rieti, Mons. Domenico Pompili,
con quien creó las Comunidades de Laudato si’.
El obispo Pompili redactó el prefacio del
libro y compartió en la presentación que el Santo Padre y “Carlin” se interesan
“por la Tierra y su futuro”, y que de su confrontación surgen los caminos “para
una ecología que deje de ser una bandera y se convierta en una elección”.
Punta
de partida
En este sentido, anotó que “El
punto de partida es el pensamiento del Papa Francisco, que impresiona al
agnóstico Petrini desde la elección de hacer el primer viaje del Pontífice a Lampedusa, como
signo de solidaridad con los migrantes”.
De los encuentros con el Papa
argentino nació esta obra, que saldrá a la luz el 9 de septiembre y que
Petrini, también promotor de la red internacional de ecologistas Terra
Madre, publica con Giunti-Slow Food Editore.
Génesis
de Laudato si’
Así, Carlo describe como “un poder
extraordinario” que “cambió el escenario del discurso ecológico y social”, la
publicación de la encíclica Laudato sí, y en el primer
diálogo con el Pontífice, el 30 de mayo de 2018, Francisco habla de la génesis
del documento, reporta el medio vaticano.
El papa jesuita recordó que es
el fruto del trabajo de muchas personas, científicos, teólogos y filósofos, que
le “ayudaron mucho a aclarar”, y que con su material trabajaron “en la
composición final del texto”.
El autor de TerraFutura señala que
todavía le resulta difícil construir puentes de diálogo entre el mundo
“creyente” y el “secular”, y destaca cómo Francisco subraya que “Laudato
si’ es un punto común de ambas partes, porque fue escrito para
todos”, dando lugar a “un método real”, más que a “una opción moral”, suscribe
el escrito italiano.
De este modo,
Petrini reconoce que al leer la Encíclica, quedó “fascinado” por el valor que
se da a las “buenas prácticas individuales” para “generar un cambio virtuoso”.
El cambio empieza por nosotros, confirma Francisco, recordando que “el vicio
del párroco es apagar la luz, siempre”, porque debe “guardar las ofrendas para
usarlas con caridad”.
Sin embargo
–se recoge en el libro—el Papa se queja de que “la educación no aparece”, por
lo que “es difícil hablar de un nuevo enfoque ecológico y una nueva armonía con
el medio ambiente”.
El Papa “no entendía” la importancia
Como anécdota, Francisco contó a Petrini
que cuando era cardenal no entendía “la fuerza con la que los obispos
brasileños hablaban de los grandes problemas de la Amazonia” en la conferencia
de Aparecida, ni qué tenía que ver su papel de obispo con “la salud del pulmón
verde del mundo”.
En ese
contexto, le habló de su encuentro con la ministra francesa de Medio Ambiente,
Ségòlene Royal, a finales de noviembre de 2014, que le permitió comprender por
primera vez “la centralidad” del tema y la importancia del documento que
preparaba “para los temas que trataba”.
Ella –según
el Papa– mostró “mucho interés” en el texto, del que sólo se conocía la
referencia “a los temas de la casa común y la justicia social”. “Es muy
importante”, dijo el ministro al Pontífice, prediciendo que sería “de gran
impacto, lo esperamos en muchos”.
Rosa Die Alcolea
Fuente:
Zenit