El Cardenal Vallini saluda a la madre de Carlo Acutis, Antonia Salzano.
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
La respuesta la dio el mismo Cardenal en su homilía:
“Oración y misión, estos son los dos rasgos distintivos de la fe heroica del
beato Carlo Acutis, que en el transcurso de su vida breve lo llevó a
encomendarse al Señor, en todas las circunstancias, especialmente en los
momentos más difíciles”.
En su homilía, el Cardenal subrayó que “hoy nos
sentimos especialmente admirados y atraídos por la vida y el testimonio de
Carlo Acutis, a quien la Iglesia reconoce como modelo y ejemplo de vida
cristiana, proponiéndolo sobre todo a los jóvenes”.
Desde pequeño, Carlo Acutis “sintió la necesidad de la
fe y tenía su mirada dirigida hacia Jesús. El amor a la Eucaristía fundó y
mantuvo viva su relación con Dios. A menudo decía ‘La Eucaristía es mi
autopista al cielo’”.
Destacó que “participaba cada día en la Santa Misa y
permanecía durante mucho tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento.
Carlo decía: ‘Se va directo al cielo si te acercas todos los días a la
Eucaristía’”.
“Jesús era para él Amigo, Maestro, Salvador, era la
fuerza de su vida y el objetivo de todo lo que hacía. Estaba convencido que
para amar a las personas y hacer su bien, es necesario sacar energía del Señor.
En este espíritu era muy devoto a la Virgen. Rezaba cada día el Rosario, se
consagró varias veces a María para renovar su afecto por ella e implorar su
protección”.
Con este espíritu Carlo “vivió la enfermedad que
enfrentó con serenidad y lo condujo a la muerte. Carlo se abandonó entre los
brazos de la Providencia y bajo la mirada materna de María repetía: ‘Quiero
ofrecer todos mis sufrimientos al Señor por el Papa y la Iglesia. No quiero ir
al purgatorio, quiero ir directo al Cielo’”.
El nuevo Beato “representa un modelo de fuerza, ajeno
a cualquier compromiso, consciente de que para permanecer en el amor de Jesús
es necesario vivir concretamente el Evangelio, incluso a costa de ir
contracorriente”.
“Su ardiente deseo era también el de atraer al mayor
número de personas a Jesús, haciéndose anunciador del Evangelio sobre todo con
el ejemplo de vida. Fue precisamente el testimonio de su fe lo que le llevó a
emprender con éxito una obra de asidua evangelización en los ambientes que
frecuentaba”.
Para comunicar esta necesidad espiritual “utilizó
todos los medios, incluidos los modernos medios de comunicación social, que
sabía utilizar muy bien, en particular Internet, que consideró un regalo de
Dios y una herramienta importante para encontrar a las personas y difundir los
valores cristianos”.
En esta perspectiva positiva, “animó a utilizar los
medios de comunicación como medios al servicio del Evangelio, para alcanzar el
mayor número posible de personas y hacerles conocer la belleza de la amistad
con el Señor”.
Para ello “se comprometió a organizar la exposición de
los principales milagros eucarísticos ocurridos en el mundo”.
Carlo también mostró “una gran caridad con el prójimo.
Sobre todo, hacia los pobres, los ancianos, las personas solas y abandonadas,
sin techo, los discapacitados y las personas marginadas”.
“Carlo fue siempre acogedor con los necesitados y
cuando iba a la escuela los encontraba en la calle y se detenía a hablar,
escuchaba sus problemas y, en la medida de lo posible, los ayudaba”.
En resumen, la vida de Carlo fue “una vida luminosa,
por tanto, totalmente entregada a los demás, como el Pan Eucarístico”.
“Su vida es un modelo particularmente para los
jóvenes, para no encontrar justificaciones no solo en los éxitos efímeros, sino
en los valores perennes que Jesús sugiere en el Evangelio, es decir, para poner
a Dios en primer lugar en las grandes y pequeñas circunstancias de la vida, y
para servir a los hermanos especialmente los últimos”.
Carlo, finalizó su homilía el Cardenal Vallini,
“testificó que la fe no nos aleja de la vida, sino que nos sumerge
profundamente en ella, indicándonos el camino concreto para vivir la alegría
del Evangelio. Depende de nosotros seguirlo, atraídos por la fascinante
experiencia de Carlo para que nuestra vida pueda brillar de luz y esperanza”.
Fuente: ACI Prensa