
“Su misión se expresa en la dedicación al
prójimo y los compromete cada día a corresponder a la confianza y la estima que
la gente pone en ustedes. Esto requiere constante disponibilidad, prudencia,
espíritu de sacrificio y sentido del deber. Les animo a ser en todas partes
promotores de una ciudadanía responsable, custodios del derecho a la vida, a
través de su compromiso con la seguridad y la incolumidad de las personas”, lo
dijo el Papa Francisco en su discurso a los
Carabineros de la Compañía “San Pedro”, a quienes recibió en
audiencia la mañana de este sábado, 17 de octubre, en la Sala Clementina del
Vaticano.
Colaboración en seguridad y orden
público
En
sus saludos, el Santo Padre agradeció a los miembros del Arma de Carabineros
por el servicio que prestan a la Santa Sede, “colaborando con las otras fuerzas
italianas y vaticanas en la seguridad y el orden público”. Su estimado trabajo
alrededor de la Ciudad del Vaticano, precisó el Pontífice, favorece la
realización pacífica de eventos que, a lo largo del año, atraen a peregrinos y
turistas de todo el mundo. “Se trata de una actividad que requiere, por un
lado, la necesidad de hacer cumplir las disposiciones que se dan – explicó el
Papa – y, por otro, la disponibilidad paciente a las exigencias de las
personas”.
Profesionalismo y sentido de
responsabilidad
Asimismo,
el Papa Francisco destacó el profesionalismo y el sentido de responsabilidad,
que los miembros del Arma de los Carabineros testimonian en el territorio, los
mimos que expresan y fortalecen el sentido de solidaridad dentro de la
comunidad social. “En su trabajo, alrededor del Vaticano como en otras áreas de
la ciudad – subrayó el Pontífice – están llamados a prestar especial atención a
los frágiles y desfavorecidos, especialmente a los ancianos, quienes son
justamente las raíces de nuestra cultura, la memoria viva de nuestra cultura.
Esto se ve facilitado por la relación de confianza y dedicación al bien común
que suele establecerse entre los Carabineros y la gente”. Cuando una persona se
encuentra con un carabinero, es consciente de que puede contar con su ayuda. Y
esto es más meritorio cuando sucede en el anonimato, a través de esos pequeños
pero significativos gestos de su servicio diario. Incluso si sus Superiores no
ven estos actos ocultos, ustedes saben bien que Dios los ve y no los olvida.
Promotores de una ciudadanía
responsable
Además,
el Santo Padre resalto que, la misión de los Carabineros se expresa en la
dedicación al prójimo y los compromete cada día a corresponder a la confianza y
la estima que la gente pone en ellos. “Esto requiere constante disponibilidad,
prudencia, espíritu de sacrificio y sentido del deber. Les animo – exhortó el
Papa – a ser en todas partes promotores de una ciudadanía responsable – ayudar
a la gente a ser buenos ciudadanos – custodios del derecho a la vida, a través
de su compromiso con la seguridad y la incolumidad de las personas”. En el
ejercicio de su profesión, recordó el Pontífice, tengan siempre presente que
cada persona es amada por Dios, es su criatura y como tal merece respeto. Que
la gracia del Señor alimente día a día el espíritu con el que se dedican a su
trabajo, animándolos a vivirlo con una especial atención y dedicación.
Gratitud por la presencia vigilante
y discreta
También,
el Papa Francisco les renovó su gratitud por la presencia vigilante y discreta
alrededor del Vaticano. “¡Que el Señor los recompense! Cada mañana cuando llego
aquí, a mi estudio en la Biblioteca, rezo a la Virgen y después voy a la
ventana a mirar a la Plaza, a ver a la ciudad y veo allí, al final de la Plaza
los veo a ustedes. Todas las mañanas los saludo con el corazón y les agradezco.
Espero que vuestra fe, la tradición de fidelidad y generosidad de la cual son
herederos, los ideales del Arma, los ayuden a encontrar en vuestro servicio
razones siempre nuevas para la realización. Que cada uno de ustedes pueda vivir
experiencias positivas para su vida profesional, personal y familiar”.
Los dones del Espíritu y la
protección de la Virgo
fidelis
Antes
de concluir, el Santo Padre invocó sobre todos los miembros del Arma de los
Carabineros y sobre tu trabajo diario los dones del Espíritu Santo. Asimismo,
los encomendó a la materna protección de la Virgen María, a la que veneran con
el título de Virgo
fidelis. “A Ella recurren con confianza, sobre todo en los momentos de
cansancio y dificultad, seguros de que, como una Madre tierna, ella sabrá
presentar a su Hijo Jesús sus necesidades y expectativas. Ella es madre y como
todas las madres sabe cómo cuidar, cómo proteger, cómo ayudar”. Enseguida les
impartió, a ellos y sus familias, la bendición Apostólica y les pidió que no se
olviden de rezar por él.
Renato Martínez – Ciudad del
Vaticano