![]() |
Audiencia con nuevos reclutas de la Guardia Suiza (C) Vatican Media |
“Con su ayuda y el poder del Espíritu Santo, enfrentaréis serenamente
los obstáculos y desafíos de la vida”, les indicó.
“Saqueo
espiritual”
Asimismo, el
Santo Padre recordó el pasado del Cuerpo de la Guardia Suiza, en particular al
“saqueo de Roma”, durante el que “los guardias suizos defendieron con valentía
al Papa hasta dar la propia vida”.
Este evento,
expuso “puede evocar en vosotros el peligro de un ‘saqueo’ espiritual. En el
contexto social actual, “muchos jóvenes corren el riesgo de verse despojados de
sus almas, cuando siguen ideales y estilos de vida que sólo responden a deseos
o necesidades materiales”, apuntó.
Gratitud del Papa
Francisco
deseó también que la estancia en Roma de los jóvenes suizos “sea un tiempo
favorable para utilizar lo mejor posible todo lo positivo que esta ciudad os
ofrece”, pues este es “un momento único en vuestra existencia: ojalá lo viváis
con espíritu de fraternidad, ayudándoos los unos a los otros a llevar una vida
rica en sentido y gozosamente cristiana”.
Finalmente,
el Obispo de Roma renovó su gratitud a todo el Cuerpo de la Guardia Suiza
Pontificia, “no solo por lo que hacéis,- ¡que es mucho! – sino también por cómo
lo hacéis”.
A
continuación, sigue el discurso completo del Papa.
***
Discurso del
Santo Padre
Sr. Comandante,
Reverendo capellán,
¡Queridos oficiales y miembros de la
Guardia Suiza!
Me alegra encontraros con motivo de
vuestro día de fiesta. Dirijo un cordial saludo a los nuevos reclutas que, siguiendo
el ejemplo de tantos de sus compatriotas, han decidido dedicar un período de su
juventud al servicio del Sucesor de Pedro. La presencia de vuestros familiares
expresa la devoción de los católicos suizos por la Santa Sede, así como la
educación moral y el buen ejemplo con que los padres han transmitido a sus
hijos la fe cristiana y el sentido del servicio generoso al prójimo. Mi grato
saludo también va dirigido a los representantes de la Fundación para la Guardia
Suiza Pontificia.
Esta jornada me brinda la oportunidad
de recordar el ilustre pasado de vuestro Cuerpo. Mis pensamientos van, en
particular, al “Saqueo de Roma”, durante el cual los guardias suizos
defendieron con valentía al Papa hasta dar la propia vida. El recuerdo de ese
evento puede evocar en vosotros el peligro de un “saqueo” espiritual. En el
contexto social actual, muchos jóvenes corren el riesgo de verse despojados de
sus almas, cuando siguen ideales y estilos de vida que sólo responden a deseos
o necesidades materiales.
Espero que vuestra
estancia en Roma sea un tiempo favorable para utilizar lo mejor posible todo lo
positivo que esta ciudad os ofrece. Es rica en historia, cultura y fe;
aprovechad, pues, las oportunidades que os brindan para mejorar vuestro bagaje
cultural, lingüístico y espiritual. El tiempo que pasaréis aquí es un momento
único en vuestra existencia: ojalá lo viváis con espíritu de fraternidad,
ayudándoos los unos a los otros a llevar una vida rica en sentido y gozosamente
cristiana.
El juramento
que prestaréis pasado mañana será también un testimonio de fidelidad a vuestra
vocación bautismal, es decir, a Cristo, que os llama a ser hombres y
cristianos, protagonistas de vuestra existencia. Con su ayuda y el poder del
Espíritu Santo, enfrentaréis serenamente los obstáculos y desafíos de la vida.
No olvidéis que el Señor está siempre a vuestro lado: espero sinceramente que
siempre sintáis su presencia consoladora.
Aprovecho
esta oportunidad para renovar la expresión de mi gratitud a todo el Cuerpo de
la Guardia Suiza Pontificia. Y os doy las gracias no solo por lo que hacéis,-
¡que es mucho! – sino también por cómo lo hacéis. Santa Teresa de Calcuta decía
que al final de nuestras vidas no seremos juzgados por cuántas cosas habremos
hecho, sino por cuánto amor hayamos puesto en esas cosas.
Os aseguro mi
oración por todas vuestras buenas intenciones; y vosotros también, por favor,
rezad por mí. Os imparto de corazón a todos vosotros la bendición apostólica.
© Librería Editorial Vaticana
Larissa I. López
Fuente: Zenit