P. Juan Gilabert Jofré
El P. Juan Gilabert Jofré nació en Valencia en el año
1350. Desde niño sintió la llamada a ser religioso, pero por complacer a sus
padres estudió en Lérida Derecho Civil y Canónico. Durante su tiempo
universitario trató con San Vicente Ferrer quien estudiaba allí Teología.
En 1369 volvió a Valencia y comenzó a vivir una
intensa vida espiritual, comulgando con frecuencia, visitando a los pobres y
asistiendo cada día a Misa. Entró en la Orden de la Merced en el año 1370.
El viernes 24 de febrero de 1409 el P. Jofré se
dirigía desde el convento de la Plaza de la Merced a la catedral. En el
trayecto, probablemente en la calle Martín Mengod, antigua Platerías, próxima a
la iglesia de Santa Catalina, llamó su atención un fuerte alboroto. Unos
jóvenes golpeaban y se burlaban de un hombre perturbado, al que gritaban “¡al
loco, al loco!”. El sacerdote se interpuso entre los agresores y el agredido,
protegió al hombre y se lo llevó a la residencia mercedaria, donde le dio
cobijo y dispuso que le curasen las heridas.
Ahí comenzó a pedir caridad con los enfermos mentales
y a impulsar la creación de un hospital para estas personas. La iniciativa
llegó a oídos del Papa Benedicto XIII, que autorizó el hospital en una bula del
16 de mayo de 1410, en la que el centro debía estar bajo la advocación de los
Santos Inocentes Mártires.
El 1 de junio de 1410 se fundó el Hospital de los
Inocentes, para recoger a enfermos mentales, pobres y niños abandonados. La
capilla del hospital la dedicó a la advocación de Nuestra Señora de los
Desamparados, que después sería la patrona de Valencia.
Este fue el primer hospital en el mundo que
proporcionaba a los enfermos mentales tratamiento médico hospitalizado y una
residencia donde vivir. Posteriormente se convirtió en el actual Hospital
Universitario de Valencia (España).
El P. Jofré se unió a San Vicente Ferrer en la
evangelización de musulmanes en Murcia, Valencia, Salamanca e Italia, y en
otras misiones de evangelización, hasta que en el año 1417 volvió al monasterio
mercedario de Nuestra Señora del Puig, donde falleció nada más llegar. Era el
18 de mayo de 1417.
En 1585 el cuerpo fue analizado y se halló incorrupto
y flexible. Lamentablemente su devoción decayó y en el siglo XIX se comenzó el
proceso de canonización que se retomó posteriormente en el siglo XX. Finalmente
en el año 1996 se reabrió y se finalizó la fase diocesana en el año 2007, para
luego ser enviada a Roma.
Fuente: ACI Prensa