Virgen
Carmelita. Doctora de la Iglesia, 15 de octubre
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Aciprensa |
Martirologio Romano: Memoria de santa
Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que nacida en Ávila, ciudad de
España, y agregada a la Orden de los Carmelitas, llegó a ser madre y maestra de
una observancia más estrecha, y en su corazón concibió un plan de crecimiento espiritual
bajo la forma de una ascensión por grados del alma hacia Dios, pero a causa de
la reforma de su Orden hubo de sufrir dificultades, que superó con ánimo
esforzado, y compuso libros en los que muestra una sólida doctrina y el fruto
de su experiencia (†1582).
Etimológicamente: Teresa = Aquella
que es experta en la caza, viene del griego
Nacida
en Ávila el año 1515, Teresa de Cepeda y Ahumada emprendió a los cuarenta años
la tarea de reformar la orden carmelitana según su regla primitiva, guiada por
Dios por medio de coloquios místicos, y con la ayuda de San Juan de la Cruz
(quien a su vez reformó la rama masculina de su Orden, separando a los
Carmelitas descalzos de los calzados). Se trató de una misión casi inverosímil
para una mujer de salud delicada como la suya: desde el monasterio de San José,
fuera de las murallas de Ávila, primer convento del Carmelo reformado por ella,
partió, con la carga de los tesoros de su Castillo interior, en todas las
direcciones de España y llevó a cabo numerosas fundaciones, suscitando también
muchos resentimientos, hasta el punto que temporáneamente se le quitó el
permiso de trazar otras reformas y de fundar nuevas cases.
Maestra de místicos y directora de conciencias, tuvo contactos epistolares hasta con el rey Felipe II de España y con los personajes más ilustres de su tiempo; pero como mujer práctica se ocupaba de las cosas mínimas del monasterio y nunca descuidaba la parte económica, porque, como ella misma decía: “Teresa, sin la gracia de Dios, es una pobre mujer; con la gracia de Dios, una fuerza; con la gracia de Dios y mucho dinero, una potencia”.
Por
petición del confesor, Teresa escribió la historia de su vida, un libro de
confesiones entre los más sinceros e impresionantes. En la introducción hace
esta observación: “Yo hubiera querido que, así como me han ordenado escribir mi
modo de oración y las gracias que me ha concedido el Señor, me hubieran
permitido también narrar detalladamente y con claridad mis grandes pecados. Es
la historia de un alma que lucha apasionadamente por subir, sin lograrlo, al
principio”. Por esto, desde el punto de vista humano, Teresa es una figura
cercana, que se presenta como criatura de carne y hueso, todo lo contrario de
la representación idealista y angélica de Bernini.
Desde la niñez había manifestado un temperamento exuberante (a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en África), y una contrastante tendencia a la vida mística y a la actividad práctica, organizativa. Dos veces se enfermó gravemente. Durante la enfermedad comenzó a vivir algunas experiencias místicas que transformaron profundamente su vida interior, dándole la percepción de la presencia de Dios y la experiencia de fenómenos místicos que ella describió más tarde en sus libros: “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior”.
Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa. El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.
Desde la niñez había manifestado un temperamento exuberante (a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en África), y una contrastante tendencia a la vida mística y a la actividad práctica, organizativa. Dos veces se enfermó gravemente. Durante la enfermedad comenzó a vivir algunas experiencias místicas que transformaron profundamente su vida interior, dándole la percepción de la presencia de Dios y la experiencia de fenómenos místicos que ella describió más tarde en sus libros: “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior”.
Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa. El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.
Por:
P. Angel Amo
Fuente:
Catholic.net