15. Domingo XXXIII del Tiempo
Ordinario
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus
bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según
su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros
cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el
dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar
las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco,
diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde
no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo
tuyo”.
El señor le respondió: “Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no
siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el
banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses.
Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará
y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese
siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar
de dientes”».
COMENTARIO
El Padre Francisco Díaz SJ
comparte su comentario del Evangelio del domingo 15 de noviembre (San Mateo
25,14-30) sobre la “parábola de los talentos” que relata la historia de un
hombre que antes de salir de viaje, confía sus bienes entre sus empleados.
El Evangelio de hoy presenta la
“parábola de los talentos”, la cual es precedida por la parábola de las diez
jóvenes (Mt 25,1-13), y le sigue la parábola del juicio final (Mt 25,31-46).
Estas tres parábolas forman parte del quinto y último discurso llamado
Escatológico, que presenta el Evangelio según San Mateo (Mt 24,1-25,46).
La parábola de los talentos relata la historia de un hombre que, previo a salir
de viaje, confía sus bienes entre sus empleados. A uno le da cinco talentos, a
otro dos y, al último, le da uno. Cada uno recibe según su capacidad. Los dos
primeros, confiando en su señor, duplican los talentos. El que recibió uno, por
temor a su señor, lo entierra para no perderlo.
La fuerza de esta parábola llega a nuestros días y nos hace reflexionar. Todos
hemos recibido algún talento, pero no todos los utilizamos del mismo modo. El
Reino de Dios crece en la medida en que utilizamos los bienes y dones recibidos
para servir y ponerlos a disposición de los demás. Multipliquemos la
fraternidad y la esperanza. Que nuestras acciones rebosen de caridad y de
misericordia. Transformemos los ambientes llenos de temor y egoísmo, en
espacios donde abunde la gracia y el perdón.
Te invito a descubrir tus talentos y a pensar que no importa si son muchos o
pocos. Lo fundamental es reconocer que Dios te los ha otorgado para que seas de
bendición para otros. Si transitas este camino de gratuidad, siendo fiel en lo
poco, sin dudar, el Señor te confiará más.
Francisco Díaz SJ
Vatican News






