En una ceremonia sin precedentes, la prelatura del Opus Dei realizó una ordenación diaconal “a puerta cerrada” en Roma debido a las medidas sanitarias causadas por el COVID-19
Se trató de la primera vez en la que no pudieron asistir
familiares ni amigos de los nuevos diáconos procedentes de 13 países: España,
México, Perú, Brasil, Canadá, Inglaterra, Alemania, Rumanía, Eslovaquia, Japón,
Kenia, Lituania, Nigeria y Costa de Marfil.
La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia de Nuestra Señora de
los Ángeles, situada en el Colegio Romano de la Santa Cruz, seminario
internacional de la Prelatura del Opus Dei, por la tarde de este sábado 21 de
noviembre.
“Quisiera por un momento dirigirme personalmente a ellos, a los
padres, familiares y amigos de los que se ordenan ahora que siguen la
retransmisión de esta ceremonia. Como decía San Josemaría en ocasiones como
esta, sepan que los siguen necesitando. No dejen de apoyarles con su oración,
con su cariño. Ofrezcan ahora por ellos y por el ministerio que inician hoy ese
dolor de su ausencia aquí, pero alégrense también mucho porque el Señor
transforma eso en bienes y Él sabe tanto de generosidad”, afirmó el purpurado.
Además, Mons. Arrieta recordó que este 21 de noviembre la iglesia
celebra la presentación de María en el templo, por lo que invitó a colocarse
“en las manos de Nuestra Madre del Cielo” para colocar “el deseo de que
Jesús tome las riendas de nuestra vida y, de modo particular, que Él los guíe
siempre en los acontecimientos de su ministerio”.
Por último, el obispo español dijo a los nuevos diáconos que están
llamados “a salir al encuentro de la gente, a no regatear esfuerzo por las
almas” y añadió que “acoger, comprender, acompañar y querer son las actitudes
que de ahora en adelante deben marcar aún más su vida. Todas ellas podrían
resumirse en una: servir”.






