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| Imagen referencial. Crédito: Luke Porter / Unsplash |
¿Qué es lo que debe hacer un
católico cuando recibe uno de estos mensajes?
El sacerdote mexicano, P. Sergio
Román, respondió a esta inquietud en un artículo publicado al medio católico
mexicano Desde la Fe.
¿Qué hacer?
“En primer lugar, lo que debemos
hacer es recordar que Dios no puso condiciones a la hora de invitar a sus
discípulos a orar, por lo que lo recomendable es borrar el texto,
aunque quien nos lo haya enviado sea nuestro mejor amigo. ¿Y no pasa nada?
¡Absolutamente nada! No se preocupen”, aseguró.
En tercer lugar, recomendó tener
una legítima devoción a Jesús, a la Virgen y a los santos, porque “de esa
manera estarían haciendo una propaganda buena que serviría para instruir a
otras personas y para animarlas a compartir su devoción”.
Razones por las cuales reenviar
cadenas NO es recomendable
1. Causan molestias
Si bien estas cadenas son hechas
por “personas de buena fe que piensan que de ese modo ayudarán a fomentar la
devoción a algún santo”, el P. Román asegura que “lo único que hacen es
causar molestias a sus contactos, sobre todo a aquellos que, por
ignorancia, se dejan esclavizar por las cadenas”.
2. Fomentan supersticiones
Fomentan la superstición al hacer
creer que las gracias divinas dependen de la repetición sin sentido de una
acción que no tiene ninguna importancia, sostiene el presbítero.
3. Se asemejan a la magia o
brujería
“Las cadenas rayan en la magia o
en la brujería, que atribuye a las cosas el poder que solo Dios tiene y que
considera que hay fórmulas infalibles para obligar a Dios a hacer nuestros
caprichos”, concluyó el P. Román.






