9 Miércoles de la II semana de Adviento
Evangelio según Mateo 11,
28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los
aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde
de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga,
ligera”.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
El «descanso» que Cristo ofrece a
los cansados y oprimidos no es un alivio solamente psicológico o una limosna
donada, sino la alegría de los pobres de ser evangelizados y constructores de
la nueva humanidad. Este es el alivio: la alegría, la alegría que nos da Jesús.
Es única, es la alegría que Él mismo tiene. ÁNGELUS 5 de julio de
2020
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