Italia. El tío con síndrome de Down llegó en condiciones muy graves al centro de salud a causa del coronavirus: "No podía dejarlo solo"
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Facebook | Patrizia Rocchi |
En
este contexto, vale la pena contar la historia de Matteo Merolla, agente
inmobiliario de 29 años, positivo pero asintomático que eligió ser hospitalizado
en el Policlínico Militar Celio de Roma junto con su tío de 50 años, nacido con
síndrome de Down. El señor Paolo llegó a un centro de salud en condiciones muy
graves debido a la Covid-19.
El
joven al ver a su pariente asustado, frágil y contagiado por coronavirus, se
opuso a las indicaciones médicas y sin pensarlo propuso que se quedaba
hospitalizado con él.
La
dirección del hospital casi se conmovió y autorizó «excepcionalmente» la
hospitalización de tío y sobrino del 3 al 18 de noviembre. Les concedieron una
habitación en común. Los médicos hicieron todo lo posible para no entubar al
paciente, así que le dieron 24 horas al día de oxígeno.
Matteo
contó a la agencia italiana
Dire, que su tío sufría de una neumonía severa. “La primera noche
estuvo muy enfermo, se desmayó y se durmió, no recibió suficiente oxígeno y
lloró todo el tiempo porque no entendía lo que le estaba pasando”.
“De
alguna manera traté de explicarle a mi tío que ahora existe este virus y que
estaba en el hospital porque necesitaba tratamiento, pero a menudo repetía,
llorando, que quería irse a casa”.
Cuando
los médicos y enfermeras entraban en la habitación para tomar una muestra de
sangre, para darle un medicamento, el paciente miraba a su sobrino asustado:
«No entendí nada». Para él era como estar hospitalizado en un país extranjero,
sin conocer el idioma y con personas vestidas de astronauta.
El
tío y el sobrino dieron negativo al virus el 20 de noviembre y volvieron a casa.Matteo
agradeció al personal médico del Policlínico Militare Celio: «Todos fueron muy
amables”.
Cuando
salió del hospital, el personal médico, de enfermería y de limpieza trajeron
dulces y chocolates al ilustre paciente con el deseo:“¡Paolo, no vuelvas por
aquí, cuídate mucho!”.
«Hay quienes
creen que los ángeles no existen. Uno no nace como un ángel, pero es posible
convertirse en uno. Ahora lo sé. Cuando miro a mi hijo, ni siquiera necesito
mirar por su espalda para verlas. Porque sé que están ahí. Sus alas son
hermosas, ligeras, perfectas. Incluso si los demás no pueden verlas«,
escribió la madre de Matteo en Facebook, la protagonista del bello gesto.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia