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| Hermana Martina. Créditos: Captura de video |
El proyecto cuenta con el apoyo
no solo de sus hermanas del monasterio, sino también de exalumnas, que
extrañaban las clases de la entonces maestra Marta Braga, quien enseñó en
varios talleres en Brasil, antes de ingresar a la vida monástica.
En una entrevista a ACI Digital,
agencia en portugués del grupo ACI, la hermana Martina contó cómo empezó todo,
desde su llamado vocacional hasta la realización de este proyecto que incluye
videos de formación en portugués, inglés y alemán.
A su regreso a Brasil, enseñó
Historia de la Iglesia y Doctrina Social Católica en Seminarios y Cursos de
Teología en Petrópolis, Niterói, Nova Friburgo y Río de Janeiro, además de
dictar conferencias en otros lugares del país.
“Mi vida fue muy activa y llena
de responsabilidades, más Dios me dio el privilegio de poder cuidar a mis
padres ya mayores y estar rodeado de una familia extensa y excelentes amigos y
estudiantes”, recordó.
La hermana Martina indicó que
durante todo el camino de su vida, la llamada vocacional “siempre estuvo ahí,
de alguna manera”.
“Mis padres tenían una fe
católica muy sólida y saludable, una fe que estaba profundamente relacionada
con el mundo cultural e intelectual y con el amor al prójimo. En sus brazos
aprendí sobre mi vida religiosa”, garantizó.
Destacó que “incluso en medio de
muchas actividades, viajes y amistades, una voz siempre parecía decir que Dios
tenía otro plan para mí. Este plan lo fue mostrando poco a poco, sin prisas”.
La religiosa indicó que la
conexión con el Monasterio de São Bento también contribuyó a la decisión de
ingresar en la vida monástica y resaltó que su “temperamento” ayudó a llevarla
en dirección a una “vida católica sólida y experimentada, como la que viví en
mi familia”.
“La imagen de los monjes cantando
gregoriano siempre me ha atraído por la paz, la profundidad y la estabilidad de
sus vidas”, dijo.
Asimismo, indicó que “aunque
conocí y aprendí mucho de varios movimientos católicos más modernos, mi amor
por la historia también me hizo buscar algo más antiguo, más probado por el
tiempo”.
La religiosa indicó que, cuando
estudió en Europa, una hermana suya que vive en Estados Unidos se puso en
contacto con la Abadía de St. Walburga en Colorado, fundada por monjas
alemanas, y recordó que “fue a través de esta hermana mía que visité mi
monasterio aquí en Alemania por primera vez, trece años antes de que finalmente
pidiera entrar, ¡ya a la edad de cuarenta!”.
La abadía alemana “tiene una
historia de casi mil años, precisamente la solidez y experiencia que buscaba”,
señaló. “Además del silencio y la quietud típicos del camino monástico,
encuentro aquí también el vínculo entre fe, cultura e intelectualidad que para
mí siempre ha sido tan esencial”, agregó.
La religiosa señaló que, al vivir
en Alemania, extrañó hacer algo por Brasil y resaltó que fue la “asociación
entre fe y cultura” que la llevó al diseño de los videos formativos en YouTube
“Todo esto ha convergido ahora en
este proyecto, cuyo detonante fue la situación de aislamiento que todos vivimos
a causa del virus. Pense para mis adentros que, en la clausura, no siento mucho
las dificultades de la distancia social, pero que quizás podría tomarme el
tiempo para hacer algo que ayude a otros a soportarla”, subrayó.
La hermana Martina explicó que el
objetivo del proyecto “es muy sencillo y modesto: anunciar, comunicar y
regocijarnos en la fe”.
Inicialmente, la idea era grabar
los videos solo en portugués, “para Brasil”. Sin embargo, como estos “tuvieron
cierto éxito”, la hermana que vive en Estados Unidos de la religiosa pidió que
también grabe en inglés, “para sus siete hijos y sus familias”.
Según indicó la religiosa, las
dos versiones “ya tenían tiempo” cuando el capellán de la abadía sugirió que
ella “también hiciera una versión alemana porque la Iglesia en Alemania es
materialmente rica, pero lamentablemente pobre en cuestiones doctrinales y
morales”. Así nació la versión alemana, con la debida aprobación de la abadesa.
La hermana Martina indicó que
“los videos siempre serán caseros y modestos, hechos con el corazón y sin
pretensión de profesionalismo mediático”.
“Es como una conversación entre
amigas”, indicó.
La religiosa destacó que, “aunque
las circunstancias de la clausura y el huso horario imposibilitan la
interacción real por video”, ha recibido “retroalimentación de la gente a
través de e-mail y así se están formando amistades”.
Lo importante es “que todo sea
siempre humilde y modesto: ¡algo nacido del corazón y de la experiencia y
sometido a la voluntad y gracia de Dios! Él hará todo el resto”, concluyó.
Puede ver los videos de la
hermana Martina AQUÍ.
Traducido y adaptado por Harumi
Suzuki. Publicado originalmente en ACI
Digital
Fuente: ACI Prensa






