Roma reconoce las virtudes en grado heroico de Cosme Muñoz Pérez y de Salvador Valera
El obispo Demetrio de Córdoba y las religiosas que mantienen el carisma
del padre Cosme con niñas pobres
El Papa ha confirmado este
miércoles con la Congregación para la Causa de los Santos las virtudes en grado heroico de 7 Siervos de Dios, que
pasan a recibir el título de Venerables y pueden ser beatificados si se confirma un milagro por su
intercesión.
Dos de ellos son sacerdotes
españoles, Cosme Muñoz Pérez, que vivió en la Córdoba del siglo XVI y XVII,
y Salvador Valera, llamado
"el cura Valera", muy popular en Cartagena, Almería y
Huércal-Overa en el siglo XIX.
Los otros nuevos Venerables son Mercurio María Teresi, un arzobispo italiano del
s.XVIII; el franciscano
conventual del siglo XX León Veuthey, natural de Suiza; y tres religiosas italianas de
las Hermanas de los Pobres que murieron en 1995 en Kikwit, Zaire, luchando contra el ébola,
sumándose a otras 3 hermanas reconocidas por los mismos hechos en un decreto
anterior.
Feministas ignorantes
contra un pionero de escolarizar niñas pobres
En 2019 unas feministas
anticlericales e indocumentadas llenaban de pintadas la estatua
dedicada al padre Cosme Muñoz en Córdoba, frente al colegio de las Hijas del
Patrocinio de María, herederas de su trabajo e inspiración al servicio de las
niñas pobres.
El Colegio de la Piedad respondió recordando a las feministas
incultas que “en 1607 el
Padre Cosme fundó la primera institución en Córdoba que se dedicaba a la
educación de la mujer más desfavorecida de su época” y que “fue pionero en instruir y formar
para la vida a las niñas que, por su situación social, estaban
abocadas a la pobreza”. Al cumplirse 4 siglos de la fundación de su colegio, en 2007 se colocó la estatua que
representa al sacerdote con unas niñas y se celebró un congreso sobre
"el Padre Cosme y la educación de la mujer".
Hoy el colegio declara: "somos un centro concertado moderno
que tiene en su ideario cristiano la formación integral de la persona, pero que
no olvida sus raíces y, dentro
de su carisma, el apoyo a las mujeres y jóvenes, colaborando en
proyectos que la Congregación de Hijas del Patrocinio de María tiene en los
colegios de Colombia y Venezuela, para la educación y atención de las clases
más desfavorecidas”.
Era militar, pero hizo una promesa a la Virgen, y cambió
Cosme Muñóz nació en Villar del Río (Soria) en 1573, de padre hidalgo, pero no rico. A
los 16 años fue a Málaga y se inscribió para servir como soldado en las
galeras. Sin embargo, pronto una
fuerte enfermedad lo dejó al borde de la muerte.
Prometió a la Virgen de las Victorias, patrona de Málaga, que si se curaba, dedicaría su
vida a servirla a ella y a Dios. Efectivamente, recuperó la salud, y Cosme
vendió todas sus posesiones, repartió
el dinero entre los pobres y se marchó a Córdoba para ingresar en el
seminario.
En Córdoba se dedicó a mendigar para financiar el llamado "convento de Santa María
Egipciaca", que acogía mujeres que habían pasado por la
prostitución.
En esa época, una mujer noble de Córdoba, llamada Isabel de la Cruz, había vendido
todas sus posesiones y bienes y había comprado una casa en la antigua
Plazuela de la Paja (que desde 2007 es la calle Padre Cosme), junto a la Plaza
de las Cañas. Allí recogía
huérfanas abandonadas, las alfabetizaba y les enseñaba labores
domésticas.
Al morir ella en 1607, ya sin recursos, este hogar para huérfanas
corría peligro. El obispo de Córdoba, fray Diego de Mardones, encargó a Cosme Muñoz que
mantuviera y ampliara esa casa, que convirtió en el “Colegio de Niñas
Huérfanas de Nuestra Señora de la Piedad”, con mujeres que educaban a niñas.
El padre Cosme investigó acerca de las escasas escuelas para niñas
que había en España (encontró en Toledo y en Santiago de Compostela). El
colegio estableció una educación graduada según la edad, con lectura, escritura,
matemáticas, música y canto, con práctica de órgano y arpa para las
que tenían cualidades, además de las habilidades útiles para el hogar.
Enseñaban a las chicas a poner
un precio a su trabajo, ofrecerlo en el exterior y administrar directamente la
mitad de lo que ingresaban. Pasados 10 años de formación, se
consideraban bien formadas, se
les daba una dote (200 ducados) y salían a la vida adulta independiente.
El padre Cosme murió en 1636, pero su colegio ha sobrevivido 4 siglos y ha inspirado
otros colegios que aún funcionan en Venezuela y en Colombia de las Hijas del
Patrocinio de María.
En 2016 el
obispo de Córdoba alababa así a Cosme Muñoz:
El cura volcado con los presos y valiente frente al cólera
La Iglesia reconoce también las virtudes heroicas de Salvador
Valera Parra, nacido en
Huércal-Overa (Almería) en 1816, en una familia de labradores. Apoyado
por las clarisas capuchinas de Murcia, donde tenía familia, fue ordenado
sacerdote en 1840. Fue párroco en San Lázaro (Alhama de Murcia) y luego en su
pueblo natal de Huércal-Overa. Más adelante, en Cartagena.
En 1865 una
epidemia de cólera golpeó Cartagena y el cura Valera se hizo muy popular
llevando recursos y consuelo a enfermos, moribundos y familiares.
Además, durante la epidemia, se organizó un motín en la prisión. Podría haber
acabado en un baño de sangre pero el sacerdote intervino como negociador y
pacificador, los presos volvieron a sus celdas y ninguno fue castigado. El
Ayuntamiento de Cartagena reconoció su labor en su libro de actas.
A finales de 1868 puede
volver a instalarse definitivamente en Huércal. Ayudó a mantener la calma
y los ánimos durante el terremoto de ese año, y a coordinar los
trabajos de reconstrucción.
El libro “El
Cura Valera y sus cosas”, de Antonio Jiménez, recoge testimonios
de predicciones asombrosas, reconciliaciones que suscitó, ayudas a
necesitados... "Poseía un interior sentido para penetrar las
conciencias", dicen los testimonios. Visitaba a los enfermos, evitaba
crímenes, convirtió a un ladrón que entró a robar en la iglesia...
Murió en 1889. Un siglo
después, en 1989, se reactivó definitivamente el proceso de beatificación, con
el apoyo de la Asociación Pro-Beatificación Cura Valera (CuraValera.org).
P.J.Ginés
Fuente: ReL