20 – Marzo. Sábado de la IV semana de Cuaresma
Evangelio según Juan 7, 40-53
En aquel
tiempo, algunos de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: “Éste
es verdaderamente el profeta”. Otros afirmaban: “Éste es el Mesías”. Otros, en
cambio, decían: “¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura
que el Mesías vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?”
Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos querían
apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias
del templo, que habían sido enviados para apresar a Jesús, volvieron a donde
estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos les dijeron: “¿Por qué no
lo han traído?” Ellos respondieron: “Nadie ha hablado nunca como ese hombre”.
Los fariseos les replicaron: “¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar por
él? ¿Acaso ha creído en él alguno de los jefes o de los fariseos? La chusma
ésa, que no entiende la ley, está maldita”.
Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver
a Jesús, y que era fariseo, les dijo: “¿Acaso nuestra ley condena a un hombre
sin oírlo primero y sin averiguar lo que ha hecho?” Ellos le replicaron:
“¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no ha
salido ningún profeta”. Y se volvieron cada uno a su casa.
PALABRAS DEL
SANTO PADRE
Jesús predica
con autoridad propia, como alguien que tiene una doctrina que procede de sí
mismo, y no como los escribas que repetían tradiciones anteriores y leyes
recibidas. [...] Eran así: solo palabras. En Jesús, en cambio, la palabra tiene
autoridad, Jesús tiene autoridad. Y esto toca el corazón. La enseñanza de Jesús
tiene la misma autoridad de Dios que habla; de hecho, con una sola orden libera
fácilmente al poseído del maligno y lo cura. ¿Por qué? Porque su palabra obra
lo que dice. Porque Él es el profeta definitivo. [...] ¿Escuchamos las palabras
autorizadas de Jesús? Siempre, no os olvidéis de llevar en el bolsillo o el
bolso un pequeño Evangelio, para leerlo durante el día, para escuchar la
palabra autorizada de Jesús. ÁNGELUS 31 de enero de 2021
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