En Nigeria, el secuestro de estudiantes es una lacra extendida y de larga duración
Pues bien, hace poco más de dos
horas, el gobierno del estado nigeriano de Zamfara ha confirmado la liberación
las estudiantes secuestradas. Así lo ha transmitido un funcionario del gobierno
a un canal de televisión del país. Ahora estarían en el palacio del emir de
Anka a la espera de ser trasladados a Gusau, la capital del estado. Las
colegialas habrían sido retenidas como rehenes en un bosque entre Dangulbi y
Sabon Birnin Banaga.
Estas bandas criminales a menudo
se esconden en campamentos en el bosque de Rugu, que se extiende por cuatro
estados en el norte y centro de Nigeria: Katsina, Zamfara, Kaduna y Níger.
Estas bandas criminales mantienen vínculos con grupos yihadistas presentes en
el noreste.
Esta violencia criminal ha
provocado la muerte de más de 8.000 personas desde 2011 y ha obligado a más de
200.000 personas a huir de sus hogares, según un informe del grupo de expertos
International Crisis Group (ICG) publicado en mayo de 2020.
La preocupación de los obispos
En los últimos días, los obispos
del país africano también se han hecho eco de la grave situación de seguridad
en una declaración titulada «debemos retirarnos del borde. Nosotros, la Conferencia Episcopal de
Nigeria, estamos muy preocupados por el actual estado de inestabilidad en
el país». Según los prelados, la grave inseguridad, claramente evidente en la
pérdida generalizada de vidas, durante mucho tiempo no abordada, «ha dejado la
triste y peligrosa impresión de que quienes han asumido el deber y la autoridad
de proteger a la nación son incapaces -o peor aún, no están dispuestos- a
aceptar las responsabilidades de su cargo».
La Conferencia Episcopal enumera
los problemas críticos a los que se enfrenta la sociedad civil: asesinatos,
Covid 19, secuestros, bandolerismo, robos a mano armada; pero al mismo tiempo
afirma su fe en la viabilidad y conveniencia de lo que llama “Proyecto Nigeria,
como nación próspera bajo Dios”.
Condena de la comunidad
internacional
El presidente nigeriano, Muhammadu
Buhari, había informado sobre el asunto, explicando que el principal objetivo
del gobierno es recuperar a todos los rehenes sanos y salvos. «No sucumbiremos
al chantaje de los bandidos y delincuentes que atacan a estudiantes inocentes
esperando el pago de enormes rescates», dijo, «no dejemos que los bandidos, los
secuestradores y los terroristas se hagan ilusiones de que son más poderosos
que el gobierno».
La lacra de los secuestros
En Nigeria, el secuestro de
estudiantes es una lacra extendida y de larga duración. El caso de las 276 estudiantes de Chibok, en el estado de Borno,
secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram en 2014, provocó la indignación
mundial. Sólo unas pocas docenas de ellos lograron regresar con sus familias a
pesar de la movilización internacional. Mientras tanto, también en Nigeria,
cuarenta y dos personas, entre ellas veintisiete alumnos, han sido liberadas
tras ser secuestradas hace diez días en una escuela del centro oeste del país.
Fuente: Revista Ecclesia