Un día como ayer hace ocho años el Papa Francisco inició su pontificado en la Solemnidad de San José.
![]() |
San José. Crédito: Wikimedia Commons / Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez (ACI Prensa |
Un día como ayer hace ocho años el Papa Francisco inició su pontificado
en la Solemnidad de San José.
El 8 de
diciembre de 2020, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa Francisco
publicó la carta
apostólica Patris corde (Con Corazón de Padre) al celebrarse
los 150 años de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia
Universal.
Con la carta,
el Santo Padre estableció el Año de San José, del 8 de diciembre de 2020 al 8
de diciembre de 2021.
En aquella
ocasión dijo: “doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de
comienzo del ministerio petrino en la Solemnidad de San José, esposo de la
Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de
significado”.
“También el
Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene
su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde,
concreto, rico de fe, de San José y, como él, abrir los brazos para
custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la
humanidad”, destacó.
Meses después,
el Papa Francisco, a través de un decreto de la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos,
decidió realizar una pequeña
modificación en las oraciones de la Misa para alentar la devoción a
San José.
Concretamente,
con esta modificación, el Santo Custodio es mencionado en las Plegarias
Eucarísticas II, III y IV de la tercera edición típica del Misal Romano,
colocándose después del nombre de la Virgen María.
Posteriormente,
en una ceremonia en la que estuvo acompañado de Benedicto XVI, el Papa
Francisco consagró el Estado de la Ciudad del Vaticano a San José y a
San Miguel Arcángel.
El miércoles
19 de marzo de 2014 se volvió a referir a San José diciendo que
“es el modelo del educador y del papá, del padre. Así que encomiendo a su protección
a todos los padres, los sacerdotes -que son padres, ¡eh!- y los que tienen un
papel educativo en la Iglesia y en la sociedad”.
Durante su
viaje a Filipinas a inicios de 2015, el Pontífice hizo una reflexión sobre las
tres lecciones que da San José a las familias del mundo entero: son
el descansar en el Señor en la oración, crecer con Jesús y Santa María y
ser una voz profética en la sociedad.
Allí
develó uno
de sus secretos mejor guardados.
“Yo quiero
mucho a San José porque es un hombre fuerte de silencio. En mi escritorio tengo
una imagen de San José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, lo puede
hacer, lo sabemos”, indicó el Santo Padre.
“Cuando tengo
un problema, una dificultad escribo un papelito y lo pongo debajo de San
José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por este problema”,
añadió.
En el vuelo de
regreso de Estrasburgo (Francia) al Vaticano, tras su visita al Parlamento
europeo y al Consejo de Europa, el Pontífice dijo: “cada vez que le he pedido
algo a San José, me lo ha concedido”.
En diciembre
de 2018, en la homilía de la Misa que presidió en la Casa Santa Marta, el
Papa dijo sobre el Santo Custodio que “de este hombre que se hizo cargo de
la paternidad y del misterio se dice que era la sombra del Padre: la sombra de
Dios Padre".
"Y si
Jesús hombre aprendió a decir ‘papá’, ‘padre’, a su Padre que conocía como
Dios, fue gracias a que lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el
hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante la
paternidad y el misterio, que no toma nada para sí mismo”.
En
diciembre de 2019, antes del rezo del Ángelus, el Papa Francisco dijo que
en San José “una figura aparentemente en segundo plano”, se “concentra toda la
sabiduría cristiana”.
El Papa explicó
que al saber que será padre adoptivo de Jesús, “José se fía totalmente de Dios,
obedece las palabras del Ángel y toma consigo a María. Es precisamente esta
confianza indestructible en Dios lo que le ha permitido aceptar una situación
humanamente difícil y, en cierto sentido, incomprensible".
"José
comprende, en la fe, que el niño engendrado en el seno de María no es su hijo,
sino que es Hijo de Dios y él, José, será su custodio asumiendo plenamente la
paternidad terrena”.
Fuente: ACI
Prensa