21.4.21

DOS DE CADA TRES PERSONAS VIVEN EN PAÍSES SIN LIBERTAD RELIGIOSA

El informe Libertad religiosa en el mundo, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, revela un «paulatino empeoramiento» de la situación en buena parte del planeta

Foto: EFE/EPA/ Luís Miguel Fonseca
Uno de cada tres países del mundo no respeta la libertad religiosa, según el informe Libertad religiosa en el mundo elaborado por Ayuda a la Iglesia Necesitada. Estas cifras implican que el 67 % de la población mundial (unos 5.200 millones de personas) viven en países en los que se producen violaciones de la libertad religiosa. En un total de 26 los fieles de determinadas religiones sufren persecución, mientras que en otros 36 se discrimina por razón de credo a la hora de acceder al trabajo, la vida social o la educación, informa Efe. 

Los datos de este informe, que se publica desde 1999, revelan un «paulatino empeoramiento» de la libertad religiosa en todo el mundo, tal y como ha expuesto en rueda de prensa el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada España, Javier Menéndez. África, Oriente Medio y Asia son las zonas más afectadas, aunque se ha detectado un deterioro de este derecho también en algunos países de Latinoamérica, especialmente Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Delitos contra mujeres y niñas

Menéndez ha detallado las motivaciones que están detrás de estos ataques a la libertad religiosa y ha explicado que en 43 países los gobiernos autoritarios son los responsables (afecta a 3.000 millones de personas), en otros 26 es el extremismo islamista (1.242 millones), mientas que en cuatro países se debe a los nacionalismos étnicos-religiosos (1.642 millones). 

Además, en 30 países se han cometido asesinatos por causa de la fe desde mediados de 2018 hasta mediados del año pasado. Cambiarse o dejar tu religión conlleva a graves consecuencias legales y/o sociales en el 21 % de los países del mundo (en 42). El informe subraya además que los delitos contra niñas y mujeres secuestradas, violadas y obligadas a cambiar su fe en conversiones forzadas se registraron en un número creciente de países.

Preocupación por África

En el caso de África, el director ha destacado un empeoramiento de la situación que afecta a la práctica totalidad del continente. En el 42 % de los países de África se viola la libertad religiosa, y en doce la persecución es «extrema». Destacan Libia, «origen de la exportación de muchos terroristas», Mali, Níger, Nigeria, «uno de los países mas letales para los cristianos en el mundo», Chad, República del Congo, Mozambique, o Burkina Faso, donde el 60 % de los territorios son inaccesibles debido a la presencia de grupos yihadistas y violentos. En Asia, destacan Indonesia, Maldivas, Myanmar, Sri Lanka, Bangladesh, Pakistán, la India o Bután. En la mayoría de ellos, es el nacionalismo étnico-religioso el que desplaza a las religiones minoritarias. 

En Europa, Menéndez ha recordado que el derecho a la objeción de conciencia por motivos religiosos no está contemplado en la legislación de numerosos países. Y en el caso de España, aunque ha reconocido que la Constitución recoge la libertad religiosa, ha advertido de que el actual Gobierno «tiene interés en cambiar la aconfesionalidad del Estado por un estado laicista, donde la religión se aparta del foro público o de la enseñanza». En este sentido, se ha referido a la reforma de la ley educativa «sin consenso civil, sin contar con la comunidad educativa ni con la jerarquía de la Iglesia» y excluyendo la asignatura de Religión del curriculum académico.

Impunidad

También ha lamentado el impacto de la COVID-19 en la práctica religiosa y ha denunciado que el culto se ha visto afectado por las medidas de control de la enfermedad, en muchas ocasiones «más restrictivas» que las que se imponían para otro tipo de reuniones sociales. Ha denunciado asimismo, que se ha producido una estigmatización religiosa y en diversos países se ha acusado a grupos religiosos minoritarios de haber sido el origen de la pandemia.

Por su parte la editora del documento, Marcela Szymanski, ha asegurado que la investigación «muestra la impunidad que impera, porque nadie hace nada. Todos los autores que violan este derecho necesitan acabar con la diversidad de pensamiento, conciencia y religión». Y ha añadido que «el hombre y la mujer que piensa, que busca la verdad y la transcendencia, es un obstáculo» en el mundo actual.

María Martínez López

Fuente: Alfa y Omega

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