A
pesar de sus 94 años, su salud física y psíquica es muy buena.
Esta
noche el programa de TRECE en salida, Crónica
de Roma, ha contado con la participación del secretario personal del papa
emérito Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein. En esta entrevista ha recordado que «para
Benedicto XVI la cultura siempre ha estado en el hilo de sus discursos,
escritos, conferencias, y a través de sus predicaciones. Para él siempre ha
sido una fuente de interés y ha tenido una gran importancia para entender el
mundo, porque sin la contribución de la Iglesia, la cultura, nuestra cultura,
no sería posible, porque la cultura es fruto de la fe». Además, ha indicado
que, a pesar de sus 94 años, «su salud física y psíquica es muy buena. Le
faltan las fuerzas físicas, pero gracias a Dios su cabeza está lúcida y,
además, está de muy buen humor».
A
raíz de la presentación de su libro Cómo la Iglesia católica puede restaurar nuestra cultura, Gänswein ha
defendido la importancia de la cultura para la Iglesia y para la fe: «La fe es
la raíz de la cultura. Si no existen las raíces o no son mantenidas y bien
alimentadas, no existirá una cultura adecuada, una cultura que pueda nutrir al
hombre, alma y al corazón». Además, ha señalado que «es importante que la
Iglesia no se detenga y ofrezca este gran tesoro a todos los fieles, pero
también a todo el mundo».
Por
otra parte, Gänswein ha recordado la importancia del pontificado del Papa
emérito en el ámbito cultural, en el que impulsó el llamado Atrio de los
Gentiles y defendió siempre el diálogo entre la fe y la cultura. Por eso, ha
defendido la fuerza de la Iglesia para hacer frente al totalitarismo cultural
que vive Occidente: «La Iglesia ha encontrado durante toda su existencia obstáculos
en este ámbito, pero es importante no dejarse obstaculizar por estas
dificultades, sino superarlas», ha señalado, considerando que «es importante
que la Iglesia no se deje intimidar, sino que anuncie su mensaje de salvación,
un mensaje que sirvió ayer, sirve hoy y servirá también mañana».
Fuente:
Revista Ecclesia