Según informa la arquidiócesis del Barcelona, en diciembre se prevé poder iniciar la colocación de la estrella de doce puntas que iluminará el templo desde el interior
El terminal de la torre de la
Virgen
El terminal – explica el sitio
web de la arquidiócesis de Barcelona - se compone específicamente de tres
partes. En primer lugar, y por orden ascendente, está la corona. Se trata de un
elemento hecho de piedra y de 6 metros de altura que soporta doce estrellas de
forja. Las estrellas rodean la parte inferior del terminal de forma ascendente.
El fuste corresponde a la parte media del terminal y tiene 18 metros de altura.
Definido por la geometría de un hiperboloide, termina en tres brazos que
sostienen la estrella. Toda su superficie exterior es de trencadís de tonos
blancos y azules. Con sus 18 metros de altura, el fuste se construirá en
hormigón armado y se recubrirá con trencadís de colores azules y blancos.
La estrella, símbolo de la Virgen
Por último, se colocará la
estrella, elemento final de la torre, que tiene un diámetro de 7,5 metros y un
total de doce puntas. Todas las caras son de vidrio texturado y está iluminado
desde dentro. La estrella, la estrella de la mañana, es el símbolo de la Virgen
como madre de Jesús; fiel y protectora, guía hacia Jesús, de día y de noche.
La obra de la Sagrada Familia es
una realidad en continuo movimiento: elevada al rango de Basílica Menor el 7 de
noviembre de 2010 por Benedicto XVI durante el acto de consagración, se estima
que podría estar terminada en 2026, 134 años después de la colocación de la
primera piedra. En total se prevén 18 torres. El ritmo de las obras está
condicionado por las donaciones que, por voluntad expresa del arquitecto Antoni
Gaudí, deben ser la única aportación económica para la ejecución del
templo. Un largo proyecto en el que Gaudí trabajó durante 41 años,
consciente de que no podría ver el final de la obra. Con gran fe en la
Providencia, de hecho, solía decir: "mi cliente no tiene prisa".
Ciudad del Vaticano
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