La fiesta de hoy nos hace contemplar este maravilloso misterio de amor y luz del que procedemos y hacia el cual se orienta nuestro camino terrena
![]() |
| Papa Francisco en el rezo del Ángelus. Foto: Vatican Media |
El
Papa Francisco invitó a buscar el amor y la unidad siguiendo el ejemplo de la
Santísima Trinidad porque “la unidad es esencial al cristiano” y es necesario
“testimoniar la concordia entre nosotros”. Así lo dijo el Santo Padre antes del
rezo del Ángelus este domingo 30 de mayo, Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Al explicar el misterio de la Santísima Trinidad, el Pontífice
reconoció que “no es fácil de entender, pero se puede vivir este misterio en
todos nosotros, se puede vivir mucho”.
“En esta fiesta celebramos a Dios, el misterio de un único Dios.
Y este Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres personas, pero Dios
es uno. Pero el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu es Dios, pero no
son tres dioses, es un solo Dios y tres personas”, advirtió el Papa.
En
esta línea, el Santo Padre recordó que el misterio de la Santísima Trinidad nos
fue “revelado por Jesucristo” por lo “hoy nos detenemos para celebrar este
misterio porque las personas no son adjetivos
de Dios, no, son personas, reales, diversas, diferentes”.
“No son como decía aquel filósofo de Dios ‘emanación de Dios’ no,
son personas: está el Padre, a quien yo rezo con el Padre Nuestro; está el Hijo
que me ha dado la Redención, la justificación; está el Espíritu Santo que vive
en nosotros y da vida a la Iglesia”, añadió.
Dios es amor
Por ello, el Papa indicó que “esto habla a nuestro corazón” y
recordó la frase de San Juan “que resume toda la Revelación: Dios es amor”.
“El Padre es amor, el Hijo es amor, el Espíritu Santo es amor. En
cuanto amor, Dios, aunque es uno y único, no es soledad sino comunión, entre el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo porque el amor, en efecto, es esencialmente
don de sí mismo, y en su realidad originaria e infinita es Padre que se da
generando al Hijo, que a su vez se da al Padre, y su amor mutuo es el Espíritu
Santo, vínculo de su unidad”, explicó el Papa.
En este sentido, el Santo Padre destacó que Jesús “nos hizo
conocer el rostro de Dios como Padre misericordioso; se presentó a sí mismo,
verdadero hombre, como Hijo de Dios, y Palabra del Padre que da su vida por
nosotros y habló del Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo,
Espíritu de la Verdad, Espíritu Paráclito, es decir, nuestro Consolador y
Abogado”.
Además, el Papa señaló que “cuando Jesús se apareció a los
apóstoles después de la Resurrección, los invitó a evangelizar a todas las
personas, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo”.
“La fiesta de hoy, pues, nos hace contemplar este
maravilloso misterio
de amor y luz del que procedemos y hacia el cual se orienta nuestro camino
terrenal”, afirmó.
No se puede prescindir de la unidad
Por último, el Santo Padre subrayó que “en el anuncio del
Evangelio y en toda forma de misión cristiana, no se puede prescindir de esta
unidad, a la cual llama Jesús, entre nosotros, siguendo la unidad del Padre,
del Hijo, del Espíritu Santo. No se puede prescindir de esta unidad”.
“La belleza del Evangelio requiere ser vivida y testimoniada en la
concordia entre nosotros, que somos tan diferentes. Y esta unidad, me atrevo a decir, que
es esencial al cristiano".
"No es una actitud, un modo de decir, no, es esencial, porque
es la unidad que nace del amor, de la misericordia de Dios, de la justificación
de Jesucristo y de la presencia del Espíritu Santo en nuestros corazones”,
confió el Papa.
Por ello, el Santo Padre alentó a rezar a María Santísima que
“en su sencillez y humildad, refleja la Belleza de Dios Uno y Trino, porque
recibió plenamente a Jesús en su vida”.
“Que ella sostenga nuestra fe; que nos haga adoradores de Dios y
servidores de nuestros hermanos”, invitó el Papa.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa






