Ayer comenzó la Semana de Caridad, un período que culmina el próximo domingo, 6 de junio, fiesta del Corpus Christi
Esta
jornada, la Iglesia celebra el Día de Caridad y Cáritas española
invita a «ser más pueblo» para recrear «nuestras relaciones y construir una
normalidad nueva, más justa y fraterna, construida desde un nosotros que nos
hace hermanos».
En este contexto, las 70 Cáritas
diocesanas de toda España hacen pública su rendición de cuentas en un año
fuertemente marcado por el impacto de una pandemia sanitaria que ha obligado a
multiplicar los esfuerzos humanos y económicos para atender a un número
creciente de familias acuciadas por los efectos de la profunda crisis social
derivada de la covid-19.
Pequeños gestos a favor del bien común
La respuesta a este tiempo de
pandemia y de crisis caracterizado por la fragilidad económica y la incertidumbre
sociolaboral deben ser, según infoma Cáritas, la de los pequeños gestos a favor
del bien común. Eva San Martín ha sido la coordinadora de la campaña
institucional de #SeamosMásPueblo. Queremos que «nos haga tomar
conciencia de que, en medio de un tiempo extraordinario y doloroso, necesitamos
recrear nuestras relaciones para sostenernos y cuidarnos de una forma nueva».
La celebración del Día de Caridad en 2021, «tras este largo período dominado
por la adversidad de la enfermedad y la inseguridad, por el dolor de la pérdida
y la soledad, debe llevarnos a tender manos y a participar e intervenir en las
dinámicas sociales que nos llevan al compromiso por el bien común», añade.
Esa es la invitación a celebrar,
desde ese pueblo universal que somos, la jornada que la Iglesia dedica a
Cáritas para reconocer, como dice el Papa Francisco, que el amor, «lleno
de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se
manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor».
Es por ello que desde Cáritas han
desarrollado cuatro objetivos personales que fomenten la transformación social.
– Cambia
tu estilo de vida. Cultiva la cercanía y la disponibilidad. Hazte vecino y
vecina, re-vincúlate con otras personas y grupos, atrévete a dar, pero también
a pedir, porque esa interdependencia crea fraternidad.
– Cambia
tu mirada. Acerca tu mirada a la realidad como hace el buen samaritano. Conocer
y poner nombre abre el corazón a la compasión para poder escuchar, atender y
sanar a quien se encuentra en tu camino.
– No
pases de largo. Seguir a Jesús implica tomar partido y hacer todo lo posible
para que la dignidad y la justicia sean realidad para todas las personas. Busca
la coherencia en tu vida personal y en las decisiones que tomas con otras
personas. Los cambios se gestan desde un nosotros compartido.
– Cambia
tu tiempo. Vive de verdad con el corazón abierto al amor. Agradece, bendice,
disfruta de la naturaleza y convierte tu vida en alabanza; comparte tu alegría,
acompaña el dolor y la tristeza, hazte una persona cercana. El presente está
lleno de tiempo para compartir.
Fuente: Revista Ecclesia






