Vive plenamente tu vocación en paz buscando a Dios y su voluntad en cada etapa del camino
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| FotoDuets - Shutterstock |
Si
estás soltera, tienes que apresurarte por tener un novio; si estás de novia
casarte; si estás casada tener hijos; si tienes un hijo pensar en sus hermanos.
Muchos, especialmente las mujeres, viven hoy en día con este tipo de presiones
constantes para dar un siguiente paso.
Está bien querer avanzar en la vida, pero los peligros aparecen
cuando se pierde el valor del momento presente y el disfrute de las diferentes
etapas, cuando no se tiene en cuenta la vocación personal o se toman decisiones
equivocadas por actuar de forma apresurada.
Tomar un respiro de las presiones y vivir plenamente la vocación
personal buscando a Dios y su voluntad, es lo que nos permite ir abrazando cada
etapa por completo para poder vivir bien y mejor nuestros proyectos y sueños.
Cuando sientas que la carga se va haciendo pesada, ten en cuenta estas acciones
positivas.
Crea un
ambiente de paz
Piensa cómo puedes contribuir para no generar más presión de la
que ya existe alrededor de otras mujeres. Maneja tu lenguaje cuando hables con
ellas. Muchas veces no se trata de tener una mala intención y hasta puede presentarse
como una broma, pero cuidar las palabras es un detalle importante.
Intenta buscar espacios de silencio en los que puedas conectar
contigo y desacelerar tu marcha. Mantenerse en un estado de tranquilidad ayuda
a que uno no esté permanentemente buscando llenarse con más presiones o
trasladarla a los demás. La mejor situación para tomar una decisión es hacerlo
en un estado de paz.
Comparte lo que eres y tienes con los demás
Contarle a otra persona sobre la presión que sientes puede ayudar
a reducir la ansiedad y el estrés. Compartir tus sentimientos no solo te
permite analizarlo y mirarlo con una perspectiva más realista, sino también a
darte cuenta que lo que te ocurre a ti no es algo atípico. Habla con un amigo o
una persona de confianza.
Toma por amigo a quien nunca te abandonará en tu camino. Deposita
tus anhelos en Dios y no te preocupes pensando si se ocupará o no de ellos.
Aprende a confiar en la mano providencial del Padre. Siempre estará allì y no
te defraudará si eres fiel con todo tu ser.
Intenta estar presente allí donde estás
Abraza tu día por completo. A veces es difícil aceptarlo y salirse
de la estructura marcada por tantas expectativas. Disfruta el momento de
vivir y lo que tienes ahora, porque es posible que no te des cuenta hasta más
adelante lo valioso que era. Sé positivo donde estás ahora y aprovecha esa
etapa para dar lo mejor. Deja de compararte y alégrate de poder pasar tiempo
aprendiendo a amarte tal como eres en el lugar en el que te encuentras.
Se puede aprender tremendamente, ganar más terreno y descubrir
habilidades cuando uno se dedica a algo con el corazón. Esto te ayudará a no
darle lugar a los pensamientos negativos y a ocupar toda tu energía emocional
en proyectos productivos y emocionantes. Es una gracia pasar el tiempo
aprendiendo a amar y querer lo que se tiene, sea poco o mucho.
Profundiza en los detalles de tu
vocación
La vida es más que una línea de tiempo. Cada vida es una obra
artesanal y puede ser muy diferente de una a otra persona. Por lo tanto, tu
propósito, gozo y plenitud pueden ser algo distinto a los de otros. Dios tiene
un plan hermoso para ti casada, con o sin hijos, consagrada o viviendo como una
mujer soltera. ¿Te has preguntado cuál es tu vocación?
En vez de pasar tu tiempo celosa de otros dones o estar pendiente
de vidas ajenas comparando la tuya con las otras en las redes sociales, tómate
el tiempo para preguntarle a Dios cuáles son tus talentos y qué espera de ti
para salir y vivir abrazando la vida única y hermosa que te ha dado. Pídele que
te ayude a usar esos dones bien para vivir al máximo.
Respeta y haz respetar tus tiempos
Normalmente tomar decisiones cómo comenzar una relación,
comprometerse a la vida conyugal o tener hijos requiere de cierta energía
emocional y esfuerzos que valen la pena hacer, pero que requieren mucho de
nuestra parte. Si sientes que aún tienes cosas por trabajar, no te apresures
forzandolo simplemente porque es lo que “toca hacer” o es lo que otros esperan
de ti.
A los que esperan les pasan cosas buenas. Sé paciente. Si algo no
se mira bien, poner más presión no ayudará. Un siguiente paso se lo podría
comparar con una fruta que está madura. No sabrá bien al probarla antes de
tiempo o al dejarla pasar. Como algo que se da de manera natural, si la conoces
bien y sabes esperar será evidente el momento apropiado para comerla.
Concéntrate más en la tarea que en el
resultado
Si estás soltero puede ser el momento perfecto para centrarte en
todas las oportunidades que tu estado actual te ofrece como un nuevo proyecto
en el trabajo o un mejor uso del tiempo libre; si estás casado, fortalecer una
de las relaciones que te harán invencible en la vida. Si no tienes hijos,
aprovechar del descanso extra y si tienes alguno, aprender más sobre el
amor incondicional. ¿Qué es lo que puedes hacer hoy con lo que eres y tienes?
Cuando uno mantiene el foco en la tarea lo que puede ver son pasos
concretos que necesita dar, tal como le ocurre a un estudiante que no se
obsesiona con la nota final, sino que pone su atención en hacer un trabajo
estupendo. Pasa menos tiempo llorando y quejándote con Dios por lo que no
tienes. Enfócate en pasar tu tiempo centrado en las bendiciones que tienes
delante de ti confiando en que llegarás lejos mientras Él va caminando
contigo.
Cecilia Zinicola
Fuente: Aleteia






