Del mismo modo que se habla de Iglesia constitutivamente misionera y de Iglesia constitutivamente sinodal, “así debemos hablar también de Iglesia constitutivamente diaconal”
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| El Papa Francisco durante la audiencia con los diáconos de Roma. Foto: Captura de Youtube |
El
Papa Francisco explicó que los diáconos permanentes no son ni “medio sacerdotes”, ni
“sacerdotes de segunda”, sino que desempeñan una labor fundamental para la
Iglesia: el servicio al Pueblo de Dios.
Así lo explicó en la audiencia que concedió en el
Vaticano este sábado 19 de junio a los diáconos permanentes de la Diócesis de
Roma.
El Santo Padre explicó que, en la Constitución Lumen Gentium,
del Concilio Vaticano II, se señala que a los diáconos “se les imponen las
manos no para el sacerdocio, sino para el servicio”.
El Papa señaló que “esta diferencia no es menor. El
diaconado, que en la concepción precedente (al Concilio Vaticano II) se reducía
a un orden de paso hacia el sacerdocio, adquiere así su lugar y su
especificidad”.
“Ya
el solo hecho de subrayar esta diferencia ayuda a superar la plaga del
clericalismo que eleva a una casta de sacerdotes sobre el Pueblo de Dios. Los
diáconos, precisamente porque se dedican al servicio de este Pueblo, recuerdan
que en el cuerpo eclesial nadie puede elevarse sobre los demás”.
Por el contrario, “en la Iglesia debe regir la lógica
opuesta, la lógica del abajamiento. Todos estamos llamados a abajarnos porque
Jesús se abajó, se hizo siervo de todos. Si hay alguien grande en la Iglesia es
Él, que se hizo pequeño y el siervo de todos”.
Por eso, no es casual que el diaconado sea “la puerta
de ingreso al Orden. Diácono se es para siempre. Recordémoslo, por favor, que
siempre para los discípulos de Jesús amar es servir y servir es reinar. El
poder está en el servicio, no en otra cosa”.
El Pontífice subrayó esta idea del servicio
representada en la función del diácono y destacó que, del mismo modo que se
habla de Iglesia constitutivamente misionera y de Iglesia constitutivamente
sinodal, “así debemos hablar también de Iglesia constitutivamente diaconal”.
“Si no se vive esta dimensión del servicio el
ministerio se vacía desde el interior, se vuelve estéril, no produce fruto y poco
a poco se mundaniza”, advirtió el Papa.
Por otro lado, “la disminución del número de
presbíteros ha llevado a una función imprescindible en la misión de suplencia
que, aunque importante, no constituye la función específica del diaconado”.
En concreto, el Papa recordó que, en las raíces de la
Iglesia de Roma, “en las grandes metrópolis imperiales, se organizaron siete
lugares, diferentes a las parroquias y distribuidos en los municipios de la
ciudad, donde los diáconos desempeñaban una labor concreta a favor de toda la
comunidad cristiana, en particular de los últimos, para que, como se dice en
los Hechos de los Apóstoles, nadie entre ellos estuviese en necesidad”.
Francisco destacó que la Diócesis de Roma “está
tratando de recuperar esta antigua tradición con la diaconía en la iglesia de
San Estanislao”, antigua parroquia convertida en diaconía al confiarla a un
diácono.
“Sé que estás también muy presentes en la Cáritas y en
otras realidades cercanas a los pobres. Actuando así no perderéis nunca la
brújula: los diáconos no serán ‘medio sacerdotes’, o ‘sacerdotes de segunda
categoría’, ni ‘monaguillos de lujo’, sino siervos solidarios comprometidos con
que a nadie se le excluya y que el amor del Señor toque de forma concreta la
vida de la gente”.
El Papa Francisco definió la espiritualidad diaconal
como espiritualidad de servicio: “Disponibilidad dentro y apertura fuera.
Disponibles dentro, de corazón, dispuestos al sí, dóciles, sin hacer girar la
vida sobre la agenda propia; y abiertos hacia fuera, con la mirada dirigida a
todos, sobre todo a quienes se han quedado fuera, a los que se sientes
excluidos”.
Por último, el Papa Francisco subrayó que, de los
diáconos, y en concreto de los diáconos de Roma, espera que sean humildes,
buenos esposos y padres –y abuelos, añadió–, y que sean centinelas que avisten
a Jesús en los pobres.
Por Miguel Pérez Pichel
Fuente: ACI Prensa






