La catedral de la Almudena de Madrid acogió la Misa con motivo del quinto aniversario de la muerte de Carmen Hernández, iniciadora del Camino Neocatecumenal
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| Revista Ecclesia |
El arzobispo de Madrid y
cardenal, Carlos Osoro, comenzó su homilía afirmando que «Carmen quiso en
su vida ser portavoz de Jesucristo –ha abundado–. ¡Cuántas veces escuchamos de
sus propios labios que lo que más necesita el hombre es amar con el amor mismo
de Cristo y experimentar el amor del Señor!». En este sentido, ha resaltado que
a las comunidades neocatecumenales, extendidas por «todas las latitudes», «se
acercan hombres y mujeres de toda condición, ricos y pobres, sabios e
ignorantes, arrogantes y sencillos» porque en ellas experimentan «un cambio y
unos deseos de vivir con la novedad de Cristo Resucitado». «Carmen nos gritaba
de formas diferentes: “Dad rostro a Cristo con vuestra vida”.
Ahora, al haberse cumplido cinco
años del fallecimiento de Carmen Hernández, arrancan los trámites
iniciales para su futura apertura de la causa de beatificación y canonización.
Por ello, al final de la Misa, el postulador diocesano, Carlos Metola –nombrado
por el Camino Neocatecumenal–, ha hecho entrega al cardenal Osoro del libelo de
demanda, en el que pide formalmente el inicio de la causa. Además, se
distribuirán estampas para pedir favores y gracias por su intercesión.
Esta petición ha ido acompañada
de una carta de Kiko Argüello, en la que el también iniciador del Camino
destaca que «Carmen era una mujer excepcional, enamorada de Cristo, de la
Escritura y de la Eucaristía», «una mujer profunda, auténtica y libre en su
relación con todos» y que «amaba a Cristo y a la Iglesia y al Papa por encima
de todo».
Fuente: Revista Ecclesia






