El padre Rosseti, exorcista experto en Washington, ofrece algunos hechos llamativos
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| Stephen Rossetti ha sido exorcista de la Archidiócesis de Washington durante 13 años |
Precisamente, su último
libro Diary of an American Exorcist (Diario de un
exorcista americano) está muy relacionado con sus publicaciones en la web
del St. Michael Center
for Spiritual Renewal (Centro San Miguel para la Renovación
Espiritual), donde cuenta experiencias vividas durante los exorcismos.
En una entrevista en
el National
Catholic Register, este sacerdote explica que aunque en un primer
momento pensó el libro para otros exorcista espera que también ayude “al
público en general a darse cuenta de las verdades de nuestra fe”.
"Dios nos protege"
En su opinión, “una cosa
es segura, las experiencias diarias de un exorcista reafirman todo lo
que enseña la Iglesia. Todo es verdad”.
En el libro, tal y como
relata en la entrevista, cuenta que ha llegado sufrir ataques demoníacos
ocasionales. “No puedes meter a Satanás en el ojo todos los días y no obtener
una respuesta. La buena noticia: Dios nos protege, y también la
Santísima Virgen María. Si no estuviéramos protegidos todo exorcista sería
asesinado inmediatamente por Satanás. Él nos odia especialmente, y puedes
ver el odio maligno puro en los ojos de una persona poseída cuando se
‘manifiesta’ en una sesión”.
Uno de los aspectos más
impresionantes de este ministerio de exorcista es poder ser testigo del poder
de Jesús, aunque sólo sea mentando su nombre. Así, el padre Rossetti asegura
que “el nombre de Jesús, como se indica en las Escrituras, invoca la
presencia y el poder de Jesús. Hablar en su nombre e invocar su nombre
es hacer presente el poder de Jesucristo. Los demonios odian ese nombre y
exigen que deje de decirlo. Así que lo decimos aún más. Es en su nombre que los
demonios son expulsados”.
Exorcizar también a los no católicos
Otra de las preguntas
más recurrentes es si los exorcistas pueden atender a personas de otras
religiones. Este sacerdote estadounidense confirma que puede exorcizar
a cualquiera y así lo hace, incluidos musulmanes, judíos, protestantes
e incluso no creyentes
Destaca que mucha gente
si tienes un problema con los espíritus malignos llama a un sacerdote.
“Nuestros obispos católicos están en la línea directa de los apóstoles, a
quienes se les dio la autoridad expresa para expulsar demonios, y los obispos
nos delegan su autoridad. Por supuesto, le decimos a la gente que, aunque
respetamos sus decisiones de fe, echaremos fuera a los demonios en el nombre de
Jesús, y ellos deben estar de acuerdo con eso”, señala.
Preguntado sobre si
alguna vez pasa miedo debido a los demonios, el padre Stephen Rossetti afirma
que “Jesús el Señor”, por lo que “a medida que pasan los años,
nuestro equipo y yo tenemos una confianza cada vez mayor en la autoridad de la
Iglesia y el poder de Jesús”.
"La ira alimenta a los demonios"
Acerca de la apariencia
de que el mal va ganando terreno en el mundo, este sacerdote dice que “a
medida que la fe se desvanezca y la gente comience a practicar lo oculto, habrá
muchos más problemas demoníacos. La fe es nuestra protección más
fuerte. Y cuando nos involucramos en prácticas ocultas y demoníacas, invitamos
a los demonios a nuestras vidas. Solo mira la explosión en el número de
personas que practican la brujería. Esto no augura nada bueno. No tenemos
suficientes exorcistas para los cientos de miles de personas que practican la
brujería”.
Otro aspecto que
pretende destacar es el mal que provoca la ira y la falta de perdón en la vida
de las personas. Según su experiencia, “la ira alimenta a los demonios.
La falta de perdón crea una herida espiritual interna de la que también se
alimentan los demonios”, por lo que la mejor protección contra el mal es: “fe,
obediencia y amor”.
Además, pide estar en
guardia y no dejar la puerta abierta al demonio. “Hay muchas oportunidades para
lo demoníaco. Hay una caída significativa en la práctica de la Fe. Esto
provoca una pérdida crítica de la protección agraciada. Además, muchas
personas están practicando brujería y wicca, jugando con tablas de Ouija y
participando en prácticas ocultas que abren la puerta a lo demoníaco. Hay cerca
de un millón de abortos cada año en los Estados Unidos, y hemos descubierto que
esta es una enorme puerta demoníaca. Y hay otros comportamientos pecaminosos en
aumento, como la pornografía en Internet, las adicciones a las drogas y al
sexo, y más. El pecado da al mal un acceso cada vez mayor a nuestras vidas”,
señala.
J. Lozano
Fuente: ReL






