Raquel Martín de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) entrevista a este cristiano afgano cuya vida está marcada por su seguimiento a Jesús y la persecución
Shutterstock | Lizette Potgieter | ACN |
Ali Ehsani tiene 38 años y es
abogado. Después de un viaje dramático que duró muchos años llegó a Italia
desde Afganistán con 13 años y totalmente solo. Sus padres fueron asesinados
por ser cristianos y en la huida murió su único hermano. En Afganistán vivió su
fe en la absoluta clandestinidad
Cuando
era pequeño pensaba que era un niño “normal” como el resto de sus amigos, todos
de familias musulmanas. Pero no era así. Ali era cristiano y no lo sabía. Sus
padres nunca le hablaron de la fe abiertamente por miedo a que lo contara y
fueran descubiertos. Él recuerda que, en su casa, su madre siempre ponía un
plato de más en la mesa por si se acercaba algún necesitado a pedir comida.
– ¿Cómo descubriste que tu familia era
cristiana?
Cuando tenía 8 años iba al colegio y mis compañeros de clase me
preguntaron por qué mi padre no iba a la mezquita a rezar. Yo volví a casa y se
lo pregunté a mi padre, y él me dijo: ¿quién te ha dicho eso?
Mi padre me explicó que no debía decirle a nadie que nosotros
éramos cristianos. Mi padre me contó que los cristianos iban a la iglesia, pero
no me dijo mucho más por el miedo de que yo contara de nuestra fe y nos
descubrieran.
– ¿Qué sucedió entonces?
Algunas personas supieron que éramos cristianos. Un día volví a
casa del colegio y los talibanes habían destruido mi casa y habían asesinado a
mis padres. Mi hermano y yo tuvimos que huir de Afganistán. Él tenía 16 años y
yo 8.
Fue un viaje que duró 5 años y que cuento en el libro Esta noche
miramos las estrellas. Fue un viaje dramático en el que atravesamos
Afganistán, Pakistán, Irán, Turquía, Grecia hasta llegar a Italia. En el viaje
murió mi hermano.
Junto
a su hermano tomó una lancha para alcanzar la costa griega, pero su hermano
Mohamed nunca llegó. Ali se agarró a un bidón de gasolina para salvarse. Cuenta
a ACN que pensó: “Si Jesús existe, me salvará de morir ahogado”. Con 11 años se
quedó solo. Cuando llegó a Italia lo tenía muy claro: quería estudiar Derecho
para poder defender y ayudar a los más vulnerables que habían sufrido tanto
como él.
Nunca se olvidó de sus raíces afganas
y contactó y apoyó en la fe a una familia cristiana que vivían el cristianismo
en secreto en su país natal.
– ¿Cómo
vivían ellos la fe en la clandestinidad?
Conocí a esta familia por un amigo, hablábamos con frecuencia y
les mandaba vídeos de la misa o les hacía transmisiones en directo desde mi
teléfono móvil.
Para ellos era complicado porque nunca han ido a misa, pero cuando
veían los vídeos se emocionaban, lloraban… aunque no entendían nada por el
idioma.
– Pero
ellos fueron descubiertos por los talibanes…
En una de las transmisiones de la misa ellos la pusieron en la tele
con el volumen un poco alto para que toda la familia pudiera escucharla. Así
fue como los vecinos descubrieron que eran cristianos y les delataron.
– ¿Qué consecuencias tuvo eso para
ellos?
Su padre fue arrestado y no han vuelto a tener noticias de él. La
familia tuvo que huir y esconderse en una especie de búnker, y pagar a un
guardia para que les protegiera.
Gracias a las autoridades italianas y del Vaticano conseguimos que
pudieran salir del país y ahora están en Italia.
–
¿Cómo vive esta familia sus primeros días de libertad?
El primer día que pudieron ir a misa sólo podían llorar de la
emoción. Poder tener la libertad de profesar su fe fue realmente muy
emocionante. Y decían: “Después de años y años en la oscuridad como cristianos
clandestinos, es como si hubiéramos vuelto a nacer”.
Cuando esta familia escapó para salvar
sus vidas salieron con lo puesto. Uno de los hijos llevaba una camisa típica
afgana que no se quitó durante días, hasta pisar Italia. El papa Francisco
recibió como regalo de manos de un periodista esta camisa durante el vuelo en
su viaje a Hungría y Eslovaquia.
No hay atisbo de dolor en el rostro de
Ali, que es un hombre muy sonriente. Como no tenía la certeza de haber sido
bautizado por sus padres en su país natal, decidió recibir el bautismo en la
Basílica de San Juan de Letrán en Roma. Al despedirse de ACN sólo
pide oraciones por la paz en el mundo.
Ayuda a la
Iglesia Necesitada
Fuente: Aleteia