La Eucaristía es el Sacramento más importante porque “es el centro de la comunión”, advirtió el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Mons. Juan Ignacio Arrieta
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| Mons. Juan Ignacio Arrieta. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
En una entrevista concedida a EWTN en preparación al
próximo Congreso Eucarístico Internacional, que se llevará a cabo en Budapest
(Hungría), el Prelado español describió la relación de la Eucaristía con el
Derecho Canónico y destacó que la Eucaristía “es el don más precioso que tutela
la Iglesia”.
“La Eucaristía, como todos los Sacramentos, tiene que
ver mucho con el Derecho Canónico porque son las normas, las reglas, que rigen
la sociedad eclesiástica, que se estructura a través de los Sacramentos. El Bautismo
es la ‘carta de ciudadanía’ de todos los cristianos, por tanto, es como nuestro
‘documento de identidad’…; el Sacramento de la Confesión nos ayuda a
‘limpiarnos por dentro’ para acceder al Sacramento más importante, que es el
centro de la comunión, que es la Eucaristía”, dijo Mons. Arrieta.
Sin embargo, Mons. Juan Ignacio recordó que “los
derechos en la Iglesia no son como los derechos de la sociedad civil -que tiene
una dimensión política-, sino que los derechos en la Iglesia son para
la edificación del pueblo de Dios. Tengo derecho a recibir los Sacramentos,
pero no lo puedo reclamar en los mismos términos que reclamo los derechos en la
sociedad civil”.
Al responder a la cuestión de la excomunión, Mons.
Arrieta citó entre los ejemplos, “el ultraje de la Sagrada Eucaristía y la
violación del secreto de Confesión” y explicó que “la excomunión es una sanción
canónica que en determinados casos prohíbe, impide, que una persona pueda
acercarse al Sacramento, recibir válidamente los Sacramentos”.
“Es una pena que se le da a la persona para que se
arrepienta, para que se arrepienta de su situación, y una vez arrepentido pueda
recibir los Sacramentos que son el alimento espiritual que
tenemos los cristianos”, afirmó.
En este sentido, el Prelado subrayó que la persona
excomulgada realizó “un acto que es un delito canónico -no solamente un
pecado- que le coloca automáticamente en esa posición” y agregó que
“el derecho canónico tiene vigencia también en el fuero interno, en conciencia
ha hecho una cosa, y aunque no me haya visto nadie hacerlo yo sé ante Dios que
he hecho eso y me tengo que regular como consecuencia”.
Asimismo, Mons. Juan Ignacio Arrieta abordó la
pregunta sobre los casos de las personas que se han divorciado y vuelto a casar
y advirtió que son “situaciones muy diversas” y reconoció que “incluso en algún
caso extremo se les podría permitir acceder a la Comunión, si no hay escándalo
en determinadas circunstancias”.
Por ello, el Obispo dijo que “hay que vivir un
acompañamiento para regular la situación si se puede arreglar, a
veces, son situaciones que se pueden arreglar con el tiempo, situaciones
matrimoniales previas” y concluyó que “son fieles cristianos, por lo que, a
pesar de que por su situación no puedan recibir el Sacramento de la Comunión,
la Iglesia no los considera aparte, la Iglesia los mantiene, son fieles
cristianos, son ciudadanos”.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa






