El Papa Francisco señala que, “toda crisis requiere visión, capacidad de planificación y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro proyecto común”
| COP26 |
El Papa Francisco envió un
Mensaje con ocasión de la COP 26, el mismo que fue difundido a través del
programa radiofónico “Thought for the Day” de la BBC. Un llamado a una renovada
solidaridad mundial para realizar “opciones radicales” para salir de la crisis
y en favor del planeta.
“Los encargados políticos que participarán en
la COP26 de Glasgow están llamados con urgencia a ofrecer respuestas eficaces a
la crisis ecológica en la que vivimos y, de este modo, esperanza concreta a las
generaciones futuras”, lo dijo el Papa Francisco, este 29 de octubre, en
su Mensaje con
ocasión de la COP 26, difundido a través del programa radiofónico “Thought
for the Day” de la BBC.
Nuestras seguridades se han derrumbado
El Santo Padre recuerda que, “el
cambio climático y la pandemia de Covid-19 ponen al descubierto la
vulnerabilidad radical de todos y todo y suscitan numerosas dudas y
perplejidades sobre nuestros sistemas económicos y sobre las modalidades de
organización de nuestras sociedades”. Nuestras seguridades se han derrumbado,
nuestro apetito de poder y nuestro afán de control se están desmoronando. Nos
hemos descubierto débiles y llenos de miedos, sumergidos en una serie de
“crisis”: sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales,
humanitarias, éticas. Crisis transversales, fuertemente interconectadas y
presagio de una “tormenta perfecta”, capaz de romper los “vínculos” que unen
nuestra sociedad dentro del precioso don de la Creación.
Una renovada corresponsabilidad
mundial
En este sentido, el Papa
Francisco señala que, “toda crisis requiere visión, capacidad de planificación
y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro
proyecto común”. Estas crisis nos ponen frente a elecciones radicales que no
son fáciles. Todo momento de dificultad encierra, de hecho, también
oportunidades que no pueden ser desaprovechadas. Pueden afrontarse haciendo que
prevalezcan comportamientos de aislamiento, proteccionismo, explotación; o
pueden representar una auténtica ocasión de transformación, un verdadero punto
de conversión, no solo en sentido espiritual.
Una nueva solidaridad fundada en
la justicia
Esta última vía, afirma el Santo
Padre, es la única que conduce hacia un horizonte “luminoso” y puede ser
perseguida solo a través de una renovada corresponsabilidad mundial, una nueva
solidaridad fundada en la justicia, en el hecho de compartir un destino común y
en la conciencia de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios para el
mundo. Se trata de un desafío de civilización en favor del bien común y de un
cambio de perspectiva, en la mente y en la mirada, que debe poner en el centro
de todas nuestras acciones la dignidad de todos los seres humanos de hoy y de
mañana. La lección más importante que estas crisis nos transmiten y que es
necesario que construyamos juntos, porque no hay fronteras, barreras, muros
políticos, detrás de los que poder esconderse. Y lo sabemos: de una crisis no
se sale solos.
Fomentar la cultura del cuidado
Asimismo, el Pontífice recuerda
que, el 4 de octubre, se reunió con los Jefes religiosos y científicos para
firmar un Llamamiento conjunto que reclamara acciones más responsables y
coherentes tanto a nosotros mismos como a nuestros gobernantes. Es fundamental
el compromiso de cada uno hacia ese cambio de ruta tan urgente; compromiso que
hay que alimentar también desde la propia fe y espiritualidad. En el
Llamamiento conjunto reclamamos la necesidad de actuar de manera responsable en
favor de la “cultura del cuidado” de nuestra casa común y también de nosotros
mismos, tratando de erradicar las “semillas de los conflictos: avidez,
indiferencia, ignorancia, miedo, injusticia, inseguridad y violencia”.
Ofrecer respuestas eficaces a la
crisis ecológica
Finalmente, el Papa Francisco
afirma que, la humanidad nunca ha tenido tantos medios para alcanzar ese
objetivo como los que tiene ahora. Los encargados políticos que participarán en
la COP26 de Glasgow están llamados con urgencia a ofrecer respuestas eficaces a
la crisis ecológica en la que vivimos y, de este modo, esperanza concreta a las
generaciones futuras. Pero todos nosotros — y está bien repetirlo, a cualquiera
y donde estemos — podemos tener un papel modificando nuestra respuesta
colectiva a la amenaza sin precedentes del cambio climático y de la degradación
de nuestra casa común.
Ciudad del Vaticano
Vatican News





