25 – Octubre. Lunes de la XXXI semana del Tiempo Ordinario
Misioneros digitales católicos MDC |
Evangelio según san Lucas 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una
sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma
por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún
modo. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu
enfermedad». Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y
glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús
había curado en sábado, se puso a decir a la gente: «Hay seis días para
trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado». Pero
el Señor le respondió y dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata
en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar? Y a esta,
que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era
necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?». Al decir estas
palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por
todas las maravillas que hacía.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Detrás de la rigidez hay algo
oculto en la vida de una persona. La rigidez no es un regalo de Dios.
Mansedumbre, sí; bondad, sí; benevolencia, sí; perdón, sí. Pero no la rigidez.
Detrás de la rigidez siempre hay algo oculto, en muchos casos una doble vida.
Pero también hay algo enfermo. Cómo sufren los rígidos: cuando son sinceros y
se dan cuenta de ello, ¡sufren! Porque no pueden tener la libertad de los hijos
de Dios; no saben caminar en la Ley del Señor y no son bendecidos. ¡Y sufren
tanto! Parecen buenos, porque siguen la Ley; pero detrás hay algo que no los
hace buenos: son malos, hipócritas o enfermos. ¡Sufren! Roguemos al Señor,
roguemos por nuestros hermanos y hermanas que creen que caminar en la Ley del
Señor es volverse rígidos. Que el Señor les haga sentir que es Padre y que le
gusta la misericordia, la ternura, la bondad, la mansedumbre y la humildad. Y
que nos enseñe a todos a caminar en la Ley del Señor con estas
actitudes. (Homilía Santa Marta, 24 de octubre de 2016)
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