11 – Octubre. Lunes de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario
Misioneros digitales vatólicos MDC |
Evangelio según san Lucas 11,
29-32
Estaba la gente apiñándose
alrededor de él y se puso a decirles: «Esta generación es una generación
perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de
Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo
mismo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Sur se
levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los
condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres
de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la
condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay
uno que es más que Jonás.
Comentario
A este texto le precede una
perícopa donde se relata que Jesús expulsa un demonio el cuál había dejado mudo
a un hombre, es decir, Jesús, es, ofrece un signo de vida a una persona
oprimida, excluida. Sin embargo, algunos dudan, otros piden un signo diferente
y algunos se sorprenden, para todos ellos es difícil abrirse a la acción,
presencia, de Jesús, les supone un cambio, una apertura. Es en este contexto
donde el texto de hoy se desarrolla.
Jesús está rodeado de una
multitud, parece que están buscando “algo”, ¿un mensaje de vida o alguna
respuesta o esperando alguna oferta? Jesús se dirige a ellos como una generación
malvada,generación que no acepta su presencia, su palabra y gestos no son
acogidos.
Ante la obstinación y el rechazo
de esta generación Jesús reacciona con firmeza afirmando que las palabras de
Jonás, las cuáles invitaban a la conversión, fueron acogidas como signo de la
presencia de Dios, de su compasión y su amor por el pueblo, así Él está llamado
a ser, presencia de Dios.
Jesús está presente en nuestro mundo “yo estoy con ustedes todos los días” (Mt 28, 20). No obstante, su presencia para engendrar vida necesita ser recibida, acogida. Jesús nos deja libres para abrirnos o cerrarnos ante Él, acoger la vida o rechazarla. Hoy lunes 11, ¿qué signos de la presencia de Dios descubro a mí alrededor? ¿Cómo lo acojo? ¿A qué me invita?
Fuente: Dominicos